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La Tribuna

Saltos de Newenko: un paraíso natural que invita a la conservación y el turismo sostenible

por María Paz Rivera Arévalo

Situado en la comuna de Quilaco, el lugar es un refugio de belleza natural, ofreciendo a los visitantes un paisaje inigualable de cascadas, flora nativa y un compromiso con la preservación ecológica.

Saltos del Newenko / Pedro Beroiza

En la región del Biobío, donde la naturaleza se muestra en todo su esplendor, hay un precioso rincón escondido entre sus montañas, caracterizado de serenidad y belleza que, además de deslumbrar con su paisajismo, es un símbolo de preservación ambiental.

Se trata de los Saltos de Newenko, situado en la comuna de Quilaco, específicamente en el sector rural de Loncopangue.

Este santuario natural - que pertenece a Aurelia Marihuan y Pedro Beroíza- es un destino que, más allá de su imponente belleza, invita a reflexionar sobre la importancia de la conservación del entorno y el equilibrio ecológico.

El recorrido hacia los saltos es, sin duda, una de las principales atracciones turísticas de la zona. Aunque el sendero presenta algunas partes empinadas, es apto para todo tipo de caminantes, ya que permite avanzar al ritmo de cada uno, disfrutando de la naturaleza que rodea el camino.

PAZ, TRANQUILIDAD Y SILENCIO

A lo largo del sendero se encuentran barandas de seguridad y una señalización que facilita la travesía, garantizando la seguridad de los turistas. El sendero, de apenas unos pocos kilómetros, conduce a tres saltos de agua impresionantes, cada uno con su propia magia.

El primero y más grande es El Velo de la Novia, una caída de agua de aproximadamente 70 metros de altura que deja sin aliento a quien la observa de cerca. El sonido del agua cayendo y la niebla que se forma alrededor crean una atmósfera mágica, invitando a los visitantes a acercarse y sentir la frescura del agua.

A pesar de la temporada de menor caudal, su majestuosidad sigue intacta y la tranquilidad del lugar es tan envolvente que uno no puede dejar de admirarlo desde los miradores y el sendero que rodea la caída.

A unos pocos metros de allí se encuentran Las Mellizas, dos saltos de agua más pequeños, pero igualmente cautivadores. Con una altura de aproximadamente 20 metros, son conocidas por su peculiar proximidad, y uno de ellos permite a los visitantes caminar detrás de la caída de agua, ofreciendo una vista panorámica única e impresionante del entorno.

Cada uno de los saltos tiene su propio sendero y están rodeados de naturaleza pura, lo que hace que cada paso sea una verdadera aventura visual.

ÁRBOLES NATIVOS Y BELLEZA NATURAL

El esfuerzo por preservar este lugar no solo se refleja en su belleza natural, sino también en las acciones concretas llevadas a cabo a fin de que la preservación natural y el turismo sostenible puedan ir de la mano.

Vale destacar que además en este rincón del Biobío, se han plantado más de 15.000 plantas nativas, entre ellas robles, raulíes, mañíos y coigües, en un terreno de 8 hectáreas. Estas especies autóctonas ayudan a restaurar el equilibrio del ecosistema, reduciendo la proliferación de especies invasoras como el pino y el eucalipto.

"Newenko te invita a conocer uno de los saltos más grandes de la región del Biobío", es el mensaje que recibe el visitante al llegar al lugar. Sin embargo, este no es solo un destino para los amantes de la naturaleza, sino también un espacio ideal para compartir en familia o con amigos.

Los visitantes pueden acceder a este paraíso natural por un precio de $4.000 pesos el día por personas y caso de camping $7000 por personas las 24 horas, esto les permite disfrutar de una de las experiencias más bellas de la región.

En cuanto a horarios de atención, en temporada estival es desde 9 AM en adelante hasta 20, mientas que horario otoño invierno 9 hasta las 17 horas.

CONEXIÓN CON LA NATURALEZA

Además de los saltos de agua, el lugar cuenta con amplias zonas de camping y picnic donde los turistas pueden relajarse y disfrutar de la vista panorámica. Desde allí, se pueden apreciar la majestuosa cordillera Trikauko, el cerro Baquecha, el cerro La Cabra, y el lago Angostura, creando un cuadro perfecto para aquellos que buscan descanso y conexión con la naturaleza.

Los visitantes pueden hacer un alto en las zonas de picnic, rodeados de árboles nativos, y pasar un día completo en el refugio natural, respirando aire puro y descansando de las responsabilidades, es una experiencia completa para quienes buscan escapar del bullicio de la ciudad y sumergirse en un paraíso natural.

Además, los Saltos de Newenko tienen una propuesta de turismo que se ampliará en el futuro cercano. Se trata de cabañas y tinajas para aquellos que deseen pasar la noche en el lugar y vivir la experiencia en medio de la naturaleza.

La capacidad para arriendo de espacios para eventos también está disponible, ofreciendo la posibilidad de realizar matrimonios, baby showers y eventos corporativos en un entorno único, rodeado de paisajes espectaculares.

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