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Según detallaron desde la Seremi de Obras Públicas del Biobío, los trabajos son ejecutados por la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) y forman parte de un plan preventivo enfocado en las zonas rurales más expuestas a eventos de lluvias intensas y crecidas fluviales en la provincia.
El secretario regional ministerial de Obras Públicas, Hugo Cautivo, explicó que este tipo de intervenciones se enmarca en una política de prevención que busca evitar emergencias antes del inicio de la temporada invernal.
Cautivo agregó que el desarrollo de las faenas durante el verano permitirá entregar mayor seguridad a las comunidades antes del invierno.
De acuerdo con lo explicado, las defensas fluviales son obras de ingeniería que tienen como propósito proteger las riberas de los ríos y evitar desbordes, especialmente en sectores donde existen viviendas, caminos o terrenos agrícolas vulnerables. Estas estructuras suelen construirse con grandes bloques de piedra o muros de contención que estabilizan el terreno y canalizan el flujo del agua.
En el caso de Mulchén, la iniciativa contempla una inversión de $430 millones, destinados a la construcción de 500 metros lineales de enrocado y encauzamiento en la ribera derecha del río Renaico.
Las obras buscan reforzar la contención del cauce y amortiguar el impacto de las crecidas, lo que reduce el riesgo para las familias que viven en el borde del sector Portahue.
La Comunidad Portahue ha enfrentado durante años los efectos de los desbordes del río. Por ello, es uno de los puntos más afectados por las crecidas invernales en la comuna.
La presidenta de la agrupación vecinal, Berenice Millán, recordó que hace tres años el agua sobrepasó el terreno y generó preocupación y daños en viviendas.
Millán destacó que las obras entregan una señal de tranquilidad y esperanza a las familias del sector, muchas de las cuales viven de la agricultura y dependen de la estabilidad del entorno.
El senador por la décima circunscripción, Gastón Saavedra, subrayó la relevancia del proyecto y su enfoque anticipatorio frente a los fenómenos climáticos que afectan cada año a la región del Biobío.
El proyecto de defensas fluviales en Portahue se integra al plan regional del MOP que busca fortalecer la infraestructura hidráulica en zonas rurales, con base en las proyecciones de un aumento en la frecuencia e intensidad de las lluvias.
Con esto, se espera disminuir los daños materiales y ambientales que históricamente han acompañado a los inviernos en comunas como Mulchén, Negrete y Quilleco, lo que consolida una red de protección frente a emergencias de origen climático.
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