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"Se nos inundó todo": restaurante angelino quedó con pérdida total en medio del temporal

por Jeremy Valenzuela Quiroz

El desborde de un canal de regadío dejó completamente inutilizable la infraestructura del local Borde Río. Su propietario denuncia que la emergencia se debió a la falta de mantención del conducto a cargo de la Asociación de Canalistas del Laja, que rechazó las acusaciones mediante un comunicado.

"Se nos inundó todo": restaurante angelino quedó con pérdida total en medio del temporal / Diario La Tribuna

El restaurante Borde Río, uno de los puntos gastronómicos más emblemáticos a orillas del río Huaqui en el suroriente de Los Ángeles, quedó completamente inutilizable tras el sistema frontal.

Según sus propietarios, el agua no vino del río, sino del desborde de un canal de regadío mal mantenido, cuya administración corresponde a la Asociación de Canalistas del Laja.

Una mezcla de impotencia, rabia y solidaridad es lo que se vive en el sector, donde dos familias que dependen económicamente del local enfrentan pérdidas totales, lo que a su vez dejó a trabajadores jóvenes temporalmente sin empleo.

"No fue el río Huaqui. Fue el canal que baja desde el fundo Los Maitenes, administrado por la Asociación de Canalistas del Laja", acusó Iván Haro, propietario del restaurante, en conversación con Diario La Tribuna.

"Ese canal se desbordó por falta de mantención y el agua arrasó con todo: el restaurante, las bodegas, la cocina, las cabañas y hasta el vivero", lamentó el emprendedor.

Según Haro, no se trata solo de daños materiales: "Somos dos familias que dependemos económicamente de estos restaurantes. Este desborde nos provoca pérdidas económicas importantes y deja a nuestros trabajadores —jóvenes, estudiantes, gente que depende de este ingreso diario— literalmente en el aire".

UNA EMERGENCIA EVITABLE

Las imágenes difundidas en redes sociales mostraban la cruda realidad de un proyecto familiar que quedó completamente inundado. El agua llegaba por encima de las rodillas, lo que puso en riesgo los equipos eléctricos.

"Tuvimos que trabajar todo el día con motobombas, zanjas improvisadas y apoyo de nuestros propios trabajadores para sacar el agua y evitar más pérdidas. Pero no sabemos qué pasará esta noche, porque el canal sigue corriendo y los canalistas no han cerrado las compuertas", lamentó el propietario.

Paloma Haro, administradora del local familiar, detalló que perdieron todas las estufas que usaban para secar los espacios y, hasta el cierre de esta edición, desconocía la cantidad de equipamiento que quedó inutilizable.

"No alcanzamos a sacar nada, esta vez no hubo tiempo para reaccionar", relató.

CRÍTICAS DIRECTAS A LA ASOCIACIÓN

Los propietarios apuntan directamente a la responsabilidad de la Asociación de Canalistas del Laja.

"Ellos ganan dinero vendiendo el agua que extraen de los ríos y, aun así, no mantienen los canales en condiciones. No es justo que nosotros, pequeños emprendedores, paguemos las consecuencias", acusó Iván Haro.

El propietario asegura que incluso fueron tratados de forma descortés cuando solicitaron cerrar las compuertas para evitar el desastre.

"Nos dijeron que esa agua era solo de lluvia. Pero sabemos que no es así. Esa agua viene del canal. Y su respuesta fue cero".

RESPUESTA OFICIAL Y CRUCE DE VERSIONES

La Asociación de Canalistas del Laja respondió mediante un comunicado público, donde aclararon que todas las compuertas fueron cerradas a tiempo y que el agua que escurre actualmente corresponde exclusivamente a aguas lluvias.

También señalaron que el volumen de precipitaciones —más de 155 milímetros en la zona— sobrepasó la capacidad de los canales, y que están trabajando con autoridades para implementar soluciones de largo plazo.

Mientras sigue activo el paso del sistea frontal, la Asociación anunció que "seguirá monitoreando el comportamiento de los canales y las alertas de la autoridad para adoptar las medidas correspondientes y mantendrá cerradas la totalidad de las compuertas" hasta que las condiciones meteorológicas mejoren. 

Sin embargo, para los afectados, esta explicación no es suficiente. "El canal se desbordó porque no lo mantienen. Hoy en día ellos deberían estar aquí ayudando, pero no. Solo CMPC nos envió maquinaria para intentar encauzar el agua. A ellos sí hay que agradecerles", reconoció Haro.

UN CIERRE FORZADO Y LA COLABORACIÓN DE UN EQUIPO

A pesar de las pérdidas, el equipo de Borde Río no baja los brazos.

"Hoy evacuamos gran parte del agua, protegimos lo que pudimos y seguimos trabajando para poder reabrir cuanto antes. Sabemos que la gente nos quiere y que muchas familias vienen cada fin de semana. Por eso, vamos a volver", aseguró Haro.

En esa línea, aseguró que todos los trabajadores del local acudieron a sus jornadas laborales como siempre, pero esta vez, en vez de servir y cocinar, pusieron manos a la obra para revivir un negocio que permaneció todo el jueves bajo el agua.

Las labores no se detendrán hasta poder dejar el establecimiento en las mejores condiciones posibles. El balance de pérdidas aún no está hecho. Pero el llamado es claro: que las autoridades asuman responsabilidades.

"Si no pueden mantener los canales, entonces que dejen correr el agua libre. No nos sigan robando la naturaleza", sentenció Haro, con el agua aún escurriendo por los rincones de un restaurante que —por ahora— lucha por no naufragar.

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