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El desborde de aguas lluvias no es nuevo para esta parte del territorio urbano. Así lo narran sus residentes, quienes acusan que el problema es recurrente. A esto se suma la creciente preocupación por la cercanía del estero Paillihue, cuyo caudal tiende a aumentar peligrosamente durante los sistemas frontales, lo que genera temor entre quienes viven a pocos metros de su ribera.
"Llueve un poco y el pasaje se llena inmediatamente. Todas las aguas desde la entrada de la villa vienen a dar aquí", relata Claudia, quien vive desde hace 35 años en el pasaje Santa Teresa.
Según explica, el agua entró a su cocina y patio, alcanzando aproximadamente cinco centímetros de altura, aunque recuerda que en años anteriores el nivel ha superado sus rodillas.
La situación, dice, se repite cada invierno sin que las autoridades implementen medidas preventivas durante los meses de verano.
En esta emergencia, uno de los mayores problemas fue el colapso del sistema de alcantarillado, lo que provocó la salida de aguas servidas desde los baños de las viviendas. Así lo describe Laura Villamán, vecina del pasaje Santa Rosa.
Una experiencia similar vivió Ximena Jofré, del pasaje Santa Teresa, quien asegura que la acumulación de agua sucia y desechos sólidos fue inmediata.
Frente a ello, agregó que "si fuera agua no sería tanto el problema, pero está contaminada y hay que desinfectar, gastar por mis propios medios para el cloro, el paño para el piso y otros elementos".
La vecina remarcó la necesidad de mayor intervención estatal: "El llamado es a que las autoridades se hagan presentes y que nos den una solución definitiva".
Además de las inundaciones dentro de los pasajes, los vecinos manifestaron su preocupación por el aumento del caudal del estero Paillihue, que corre a pocos metros de sus viviendas. El temor a un posible desborde se acentúa cada vez que hay lluvias intensas.
Jorge Bernales, del pasaje Santa Rosa, señala que ha vivido 40 años en la villa y que las inundaciones son parte de su memoria cotidiana.
Funcionarios del Centro de Salud Familiar Sur de Los Ángeles realizaron un recorrido por distintos sectores durante la mañana del jueves, con el objetivo de levantar un catastro de personas que tuvieron contacto con las aguas servidas, para posteriormente aplicar la medida de vacunación, si amerita el caso.
Lo anterior se enmarca en la respuesta sanitaria ante el sistema frontal que afectó a la ciudad entre la noche del miércoles y la madrugada del jueves.
Durante el primer semestre de este año, distintos estamentos públicos realizaron labores de limpieza y despeje de cauces en el sector sur de Los Ángeles, con el objetivo de mitigar el impacto de las lluvias invernales.
En ese contexto, la Municipalidad de Los Ángeles ejecutó trabajos de limpieza y despeje en diversos puntos del estero Paillihue, incluyendo el tramo que cruza las cercanías de Villa Todos los Santos. Estas obras, según se indicó en su momento, buscaban mejorar el escurrimiento del agua en los sectores más críticos.
A su vez, la Dirección de Obras Hidráulicas del Ministerio de Obras Públicas realizó labores similares en junio, centradas en la limpieza del estero Paillihue, en su paso por sectores colindantes con Villa Las Quintas, 21 de Mayo y Villa Todos los Santos.
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