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Entre los puntos que más tensiones generaron estuvo el anuncio del Presupuesto Regional 2026, que no solo contempla una rebaja respecto al año anterior, sino que además se redujo a casi la mitad de lo que el propio Gobierno Regional había proyectado en mayo.
La cifra se tomó como un verdadero balde de agua fría para los ediles. En la sesión, varios alcaldes hablaron derechamente de "alarma" y "malestar", señalando que la drástica disminución amenaza con paralizar proyectos esenciales y afectar la empleabilidad en las 33 comunas de la región.
La diferencia es clara: mientras el Biobío requiere cerca de $225 mil millones para cubrir sus necesidades, la propuesta del Ejecutivo apenas llega a $125 mil millones, poco más de la mitad. Y esto, luego de un presupuesto que ya había sido reducido en el año en curso.
El alcalde de Los Ángeles, José Pérez Arriagada, anfitrión de la reunión, remarcó que el ajuste presupuestario "es inaceptable" y que corresponde exigir una respuesta a nivel central:
El edil también cuestionó la falta de reacción de la representación parlamentaria de la provincia:
"Nuestros parlamentarios y parlamentarias no se han referido a este tema. Ya tenemos un daño en este año, y el que viene va a ser mayor. Nadie ha hablado de esto, que es fundamental: los recursos que tienen que llegar a las comunas", recalcó Pérez Arriagada.
Asimismo, valoró la alta convocatoria de alcaldes y alcaldesas de toda la región, destacando que incluso llegaron autoridades desde comunas más alejadas como Arauco: "La verdad es que llegó mucha gente, algunos desde muy lejos, porque sabían lo importante de la agenda. Estamos conformes con lo que hicimos acá, y siempre tendrán las puertas abiertas en Los Ángeles para volver a reunirse con toda comodidad".
La alarma no es solo general en la región: en la Provincia de Biobío, los alcaldes pusieron sobre la mesa preocupaciones bien concretas. Temen que el recorte presupuestario impida avanzar en proyectos vitales y genere un verdadero descalabro administrativo y económico en sus municipios.
Antuco aparece como una de las comunas más expuestas. Su alcaldesa, Sandra Bobadilla, insistió en que el Gobierno Regional debe poner el foco en la comuna, especialmente ahora que será la única de la región con un paso fronterizo en funcionamiento. Eso implica inversiones en preparación, infraestructura y vialidad.
Sin embargo, el panorama no es alentador. En ese sentido argumentó que, por falta de recursos, el municipio ha tenido que resignarse a que el GORE priorice proyectos de caminos en lugar de iniciativas propias.
Por otra parte, en Negrete la dependencia es total. El municipio no solo necesita apoyo para proyectos de desarrollo, sino incluso para áreas que el gobierno central no cubre, como la construcción de una posta. La secretaria de la alcaldía, Karen Luengo, fue clara: sin los recursos del GORE, esa obra quedará en el aire.
"En Negrete, una comuna pequeña, dependemos no solo del Gobierno Regional para nuestras iniciativas generales, sino también para aspectos que el gobierno central no está financiando. Un ejemplo concreto es un proyecto propio que tenemos en curso: la construcción de una posta. Sabemos que, sin el apoyo del GORE, no podremos contar con el financiamiento necesario para concretarlo."
Por su parte, Santa Bárbara vive un escenario aún más complejo, afirmó el alcalde, Cristian Oses.
La autoridad comunal dijo sentirse "castigado" en materia de asignaciones y expresó dudas sobre la continuidad de los hospitales locales. A esto se suma la presión del próximo ingreso al Servicio Local de Educación Pública (SLEP), que genera incertidumbre sobre cuánto presupuesto se descontará.
Por su parte, Félix Vita, alcalde de Alto Biobío, planteó un problema de fondo, sobre las grandes empresas que operan dentro del territorio, pero que tributan sus patentes en comunas de Santiago como Providencia o Las Condes, llevándose recursos que, según el alcalde, deberían quedarse en la zona. "Yo hablo por mi comuna y también por las otras comunas más pequeñas, donde hay empresas que han intervenido, pero que pagan sus patentes en Santiago. Creo que ahí estamos perdiendo recursos que corresponden a nuestro territorio."
A estas problemáticas se suman las inquietudes comunes a toda la provincia. Una de las que más incertidumbre gira en torno al Fondo Común Municipal (FCM).
El alcalde de Laja advirtió que este tema es incluso más preocupante que el recorte del GORE, ya que sin el FCM peligran los servicios básicos. Un problema que incluso podría obligar a recortar mano de obra y pone en jaque tareas tan esenciales como la recolección de basura o el alumbrado público.
También está el futuro incierto para los proyectos "admisibles", es decir, iniciativas que han pasado todas las etapas técnicas pero que siguen esperando financiamiento. Con el recorte, muchos de ellos podrían quedar en lista de espera indefinida, dejando a los vecinos con las manos vacías en proyectos tan simples y necesarios como sedes comunitarias o plazas, argumentó.
Al finalizar el encuentro, los alcaldes de Biobío coincidieron en que la dependencia del GORE es total y que, sin esos recursos, "sus comunas no podrán avanzar". Por lo mismo, recalcaron la urgencia de viajar a Santiago, oficiar al Presidente de la República y al ministro de Hacienda y a su vez, "presionar directamente al Congreso para revertir lo que consideran un golpe injusto a sus territorios".
Ante dicho escenario, el alcalde de Laja, Vladimir Fica no dudó en afirmar que: "Hoy no tenemos claridad respecto a cuánta será la inversión que el gobierno central destinará a cada una de las comunas".
Ante este escenario, los alcaldes decidieron actuar en bloque, asumiendo acuerdos inmediatos.
Entre estos, reunirse con el gobernador regional, Sergio Giacaman, el próximo lunes; enviar oficios al Presidente de la República, al ministro de Hacienda y a las máximas autoridades del Congreso, "exigiendo un rescate presupuestario".
Además, citar a parlamentarios de la región para que asuman su rol en la discusión legislativa; contactar a asociaciones de municipios de todo el país y emitir un comunicado que alerte a la ciudadanía sobre el riesgo de quedar sin financiamiento en 2026.
Con el presupuesto recién entrando a debate en comisiones y con votación prevista para noviembre, los alcaldes recalcaron que aún hay tiempo para revertir el complejo panorama financiero que proyectan los ediles de la región.
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