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La iniciativa, que busca transformar el sistema previsional chileno, recibió un amplio respaldo con 40 votos a favor, 7 en contra y sin abstenciones.
El proyecto propone la creación de un sistema mixto de pensiones que combine ahorro individual y un componente solidario financiado colectivamente. Además, introduce un seguro social dentro del pilar contributivo, aumenta en un 7% las cotizaciones de los trabajadores y refuerza la Pensión Garantizada Universal (PGU).
Tras su aprobación general, el Senado procedió a la discusión en particular de los artículos, un debate que se extendió hasta su total despacho. Ahora, el texto legislativo deberá enfrentar una nueva etapa en la Cámara de Diputadas y Diputados, donde se discutirán las modificaciones aprobadas.
De ser aprobado sin cambios, el proyecto se convertirá en ley. Sin embargo, en caso de que surjan discrepancias significativas, será necesaria la conformación de una comisión mixta para resolver los puntos conflictivos.
El avance de esta reforma fue posible gracias al apoyo del oficialismo y de sectores de Chile Vamos, consolidando un bloque que impulsa el nuevo sistema previsional. Sin embargo, algunos sectores de la derecha han manifestado su rechazo, argumentando discrepancias con varios ejes del proyecto.
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