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De acuerdo con cifras oficiales, la provincia de Biobío duplicó sus delitos asociados a armas de fuego durante los últimos cinco años, lo que la posiciona como uno de los tres focos de violencia delictual más críticos del país. Lo anterior fue analizado por Alexander Nanjarí, profesor investigador del Núcleo de Humanidades y Ciencias Sociales (Faro UDD) especializado en crimen organizado.
En ese contexto, explicó que la provincia de Biobío ha experimentado un aumento en los delitos de mayor connotación social, especialmente aquellos relacionados con homicidios y el uso de armas de fuego.
"Hace poco realicé un estudio donde comparé a nivel provincial delitos asociados a crímenes complejos y apareció la provincia de Biobío con una variación de cerca de un 100% en el caso de los delitos asociados a armas", sostuvo Nanjarí.
Aunque el panorama pueda parecer oscuro, resulta necesario destacar un detalle positivo e importante al momento de combatir y hacerle frente a los delitos.
Las cifras del Centro de Estudios y Análisis del Delito (CEAD) de la Subsecretaría de Prevención del Delito evidenciaron un escenario positivo en cuanto a la cantidad de denuncias. Según datos de la entidad, durante 2024 se registró un aumento de un 17% en la región del Biobío en esta materia.
Al comparar las cifras con la situación que se vivía antes de la pandemia, el estudio reveló que si en 2019 la región del Biobío contabilizó 110.590 denuncias en las ocho familias de delitos analizados por este sistema, en 2024 el número aumentó a 129.428.
En torno a los delitos que más han crecido en denuncias en comparación con 2019 están, por ejemplo, aquellos asociados a drogas (468%), violencia intrafamiliar (37%) y contra la vida o integridad de las personas (26%).
Al respecto, el experto explicó que el indicador más seguro y certero para saber la cantidad de delitos que existen en una sociedad es el indicador de casos que utiliza la Oficina Federal de Investigación (FBI) y la policía de Estados Unidos. Este refleja los delitos que son descubiertos en flagrancia, pero también aquellas denuncias realizadas ante una unidad policial por una persona ante la comisión de un delito.
Nanjarí relató que, en los últimos años, el indicador de casos policiales ha aumentado principalmente por dos aspectos: si se tiene un mayor registro en los indicadores policiales de delitos, significa que también existe una mayor comisión de ilícitos que están ocurriendo, y por eso hay un aumento.
Sin embargo, de forma correlativa, el aumento en la cantidad de denuncias también podría atribuirse a dos factores: la confianza en las instituciones encargadas de combatir el delito, "pero también al cansancio y el hastío de las personas por la impunidad y, además, a la percepción de inseguridad que afecta gravemente al país hoy en día"
Esta última, sostuvo Nanjarí, "es la causa principal del aumento de las denuncias en términos de casos policiales asociados a delitos no solamente en la provincia y región del Biobío, sino también a nivel nacional".
Hacer una denuncia cuando alguien ha presenciado un delito o ha sido víctima de uno, para el investigador de Faro UDD, tiene varios aspectos positivos.
"Al momento de realizar una denuncia, esta pasa a una estadística policial que también es georreferenciada. Por lo tanto, la georreferenciación (...) permite conocer a ciencia cierta dónde está ocurriendo el fenómeno delictual y con qué características, en términos macro", explicó el académico de la Universidad del Desarrollo.
En el caso de las personas, los beneficios radican en que se abre una investigación penal al respecto y que —en el mejor de los casos— puede dar lugar a encontrar a aquellos que han cometido el delito y procesarlos mediante el Poder Judicial y la persecución que realiza el Ministerio Público para conseguir una sanción.
El aumento en la cantidad de homicidios y delitos violentos en la zona bien podría reflejar un fenómeno más profundo y alarmante: la presencia del crimen organizado.
Respecto a cómo desarticular el crimen organizado, Nanjarí propone contar con inteligencia policial apropiada y seguir la ruta del dinero, con los medios de prueba adecuados para que el Ministerio Público pueda iniciar procesos persecutorios que sean eficaces y que terminen con una condena o una sanción efectiva, firme y ejecutoriada.
A todo ello, añadió un tema que —para él— es importante: la voluntad política. "Con voluntad política y con la visualización y asumir políticamente que hay un problema hoy en día grave de crimen organizado en la región, en la comuna de Los Ángeles y en la provincia".
Lo anterior, aseguró, "no se resuelve solamente con medidas de prevención del delito o con iniciativas como el plan 'Calles Sin Violencia', que no ha logrado cumplir con el objetivo por el cual se creó, que es disminuir efectivamente los casos de homicidio en varias de las comunas donde se implementó", concluyó el experto.
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