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El procedimiento, encabezado por personal de Carabineros y con la presencia del alcalde de Santiago, Mario Desbordes, se enmarca en un plan de recuperación del espacio público que busca reforzar la seguridad, el orden y la habitabilidad del sector.
Así mismo informó a medios de comunicación nacionales que el municipio implementará cámaras de vigilancia, mejorará la iluminación y aumentará el contingente de seguridad municipal para evitar que los comerciantes informales regresen al lugar.
La autoridad comunal recalcó que uno de los principales objetivos de la intervención es diferenciar entre los comerciantes establecidos legalmente y quienes ejercen el comercio informal, muchos de los cuales —según indicó— han ocupado espacios públicos de forma excesiva y han introducido mercancía falsificada.
En paralelo al desalojo de los toldos azules, equipos municipales identificaron al menos 70 bodegas presuntamente clandestinas en el mismo barrio, las que serán materia de un próximo operativo de fiscalización.
Según lo informado, se espera que estas instalaciones sean allanadas durante las próximas horas para determinar qué tipo de productos almacenan.
Aún no se ha precisado si dichas bodegas se encuentran dentro del área intervenida o en sectores aledaños. Las autoridades han señalado que continuarán con las acciones para restablecer el orden y la legalidad en la zona, que en los últimos años ha sido foco de denuncias por comercio ilegal, delitos asociados y ocupación indebida del espacio público.
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