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El fiscal nacional, Ángel Valencia, abordó este jueves la polémica liberación de Alberto Carlos Mejía, presunto sicario vinculado al asesinato del denominado "Rey de Meiggs", y calificó el episodio como un hecho "absolutamente irregular", revelando que el error no obedeció a fallas tecnológicas, sino al envío de un documento judicial que no contaba con sustento legal.
El caso, que ha generado inquietud en el Ministerio Público y Gendarmería, suma una nueva arista tras conocerse que la Corte Suprema recibirá un informe que confirma la inexistencia de fallos informáticos, apuntando directamente a una equivocación administrativa originada por un funcionario.
En conversación con Radio Duna, Valencia detalló que la prisión preventiva de Mejía había sido ordenada formalmente y comunicada a Gendarmería. Sin embargo, posteriormente se envió un segundo oficio que dejaba sin efecto dicha orden, citando una resolución inexistente: "Eso es absolutamente irregular", sentenció.
Consultado sobre si el hecho puede calificarse como un error, respondió con cautela: "Hubo un segundo oficio que comunica a Gendarmería que esa prisión preventiva queda sin efecto y que señala que habría una resolución que así lo dispone y que esa resolución no consta en ninguna parte. Y eso es absolutamente irregular", afirmó Valencia.
El Ministerio Público ha iniciado diligencias para esclarecer el motivo del segundo oficio y evaluar si hubo dolo en su emisión. Valencia subrayó que no se descartan líneas investigativas y que se están revisando todos los antecedentes internos, dejando en claro que la prioridad es proteger la integridad del proceso judicial.
"Por eso yo me resisto a hablar a secas de error, porque de alguna manera podría implicar interpretarse en el sentido de que hay un pronunciamiento previo, que aquí hubo solo negligencia o una mera equivocación".
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