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El último Termómetro Laboral elaborado por el Observatorio Laboral Biobío reveló que las remuneraciones en la región del Biobío aumentaron 6,4% entre julio de 2024 y julio de 2025, cifra que supera al Índice de Precios al Consumidor (IPC), que se situó en 4,3% en el mismo período.
Ariel Yévenes, académico de la carrera de Ingeniería Comercial de la Universidad Andrés Bello (UNAB), explicó que el incremento en el Índice de Remuneraciones implica que los sueldos crecieron respecto al periodo anterior.
Para Yévenes, los factores que explican este aumento guardan relación, esencialmente, con el incremento del salario mínimo registrado en el último periodo.
Este incremento del 6,4% en el Índice de Remuneraciones, al estar por sobre el IPC, estaría demostrando "una cierta mejoría en el ingreso real de los trabajadores, que disponen de recursos superiores al incremento de los precios", según Yévenes.
Esto último, puntualizó el experto, se evidencia por una parte en el ligero incremento en el consumo, pero también en el aumento en el desempleo, que ha derivado en que muchas pequeñas y medianas empresas no cuenten con la capacidad para pagar el alza en las remuneraciones y, por ello, no logren generar nuevos puestos de trabajo.
"El efecto salarial evidenciado en los últimos años se encuentra vinculado esencialmente a las políticas de incremento de salario mínimo, por una parte, y por otra a exigencias sectoriales específicas", detalló el académico de la UNAB.
Yévenes explicó que el problema que emerge en la región obedece esencialmente a que la productividad no ha mejorado, lo que ha afectado a la generación de nuevos puestos laborales. Ello, aseguró, se evidencia en un marcado desempleo por sobre el promedio nacional, el que sería bastante más elevado que hasta hace unos años.
A futuro, el especialista aseguró que "lo determinante sería lograr incrementos efectivos en la productividad, que sean acordes a los incrementos salariales, en conjunto con una reactivación acelerada de la inversión, que se encuentra aún bastante rezagada en la región. De otro modo, el desempleo continuará siendo elevado y difícilmente se podrá reducir", planteó el académico.
Para Yévenes, la paradoja entre una tasa de desempleo que bordea el 8,6% a nivel nacional en el trimestre móvil junio-agosto y el aumento de los salarios "se explica esencialmente en el hecho de que el incremento salarial responde, más que a un incremento de productividad, a la aplicación de medidas que apuntan a incrementar el salario mínimo".
Lo anterior, concluye, implica que muchas pequeñas y medianas empresas no se encuentran en condiciones de asumir los incrementos salariales ni las medidas que apuntan a reducir la jornada laboral. Lo anterior, continuó, ha provocado que muchas de ellas cesen sus operaciones, o bien, mantengan o disminuyan sus puestos de trabajo.
Este estado de cosas, para el académico, continuará generando un incremento de la desocupación y agravará el actual escenario de inversión estancada.
· Desocupación y presión regional: la tasa regional de desocupación alcanzó el 9,9%, la segunda más alta del país. Aumentó en +1,4 p.p. en la comparación interanual y los hombres registraron el mayor incremento, de +1,7 p.p.
· Generación de empleo y sectores dinámicos: los asalariados privados crecieron en un 3,5%, lo que se asocia a la generación de empleo de "mayor calidad". Este crecimiento fue impulsado por los sectores de "Construcción" (+19,9%) y "Profesionales científicos e intelectuales" (+20,1%).
· Actividad económica e informalidad: el PIB regional creció en un 3,8% en el segundo trimestre de 2025, mientras que el Imacec no minero aumentó en un 2,5% a julio 2025.
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