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Según explicó la dirección del colegio a La Tribuna, las acusaciones se conocieron a partir del reporte de una estudiante, lo que motivó que el establecimiento activara sus protocolos internos y pusiera los antecedentes en manos del Ministerio Público y la Policía de Investigaciones (PDI).
El directivo explicó que tras presentarse la denuncia, el docente fue suspendido preventivamente de sus funciones en el establecimiento hasta que finalice la investigación, que actualmente lleva a cabo la Fiscalía.
"Al activarse el protocolo, se permite la separación del funcionario hasta que termine el proceso. La justicia es la que tiene que determinar si hubo o no responsabilidad", precisó el director.
Según informó el establecimiento, la convocatoria surgió a través de redes sociales por un grupo de alumnos que no forma parte del centro de estudiantes oficial, pero que contarían con el apoyo de compañeros y apoderados.
"Nos reunimos con el centro de estudiantes y los representantes de curso para aclarar dudas, pero el grupo que llamó a la manifestación no pertenece a la orgánica formal del centro", indicó la dirección.
Al tomar conocimiento del llamado a manifestarse y a no asistir a clases durante la jornada del lunes, el director relató que el propio colegio envió un comunicado a los padres y apoderados para informar que las clases se realizarían con normalidad.
"Se advirtió a la comunidad educativa que el colegio seguiría funcionando, porque la educación es un derecho y ningún grupo puede vulnerar ese derecho", expresó el directivo.
Según expuso el director del establecimiento, se registró una baja tasa de asistencia, que durante la mañana se fue acentuando producto de que algunos apoderados retiraron a sus hijos preocupados por el ambiente en el exterior del recinto.
El inspector general detalló que la manifestación comenzó alrededor de las 9:00 horas y se extendió hasta aproximadamente las 14:00 horas, cuando los estudiantes se dispersaron por la llegada de Carabineros. Sin embargo, según confirmó la dirección del colegio, no se registraron disturbios.
Los cerca de 60 alumnos se encontraban en el bandejón central de la avenida Ricardo Vicuña con pancartas alusivas a los hechos ocurridos y con críticas al establecimiento por su manejo del caso.
Según antecedentes entregados por la dirección, las denuncias no corresponden a hechos de abuso sexual, sino a situaciones que algunos estudiantes calificaron como incómodas o inapropiadas.
Según indicó el colegio, la denuncia fue formalizada la semana pasada, y actualmente la Fiscalía y la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI llevan adelante la investigación.
"Los entes respectivos ya están en conocimiento y realizando la indagatoria. Nosotros hemos actuado con cautela, justamente para proteger la identidad de las víctimas", sostuvo la dirección.
Respecto de la cantidad de presuntas víctimas, el establecimiento declinó entregar cifras. Según se explicó a La Tribuna, las cifras podrían diferir de las que maneja la PDI, dado que algunos apoderados realizaron denuncias directas ante la policía.
El colegio aseguró que seguirá colaborando con las autoridades y reforzando los canales internos de orientación y acompañamiento psicológico para los estudiantes.
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