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En conversación con Radio Infinita, el cardenal fue directo al graficar cómo los extranjeros sostienen áreas clave en la vida cotidiana:
Chomali no se quedó ahí. Reveló que incluso llevó el tema a La Moneda: "Le pedí al Presidente Boric acabar con la hipocresía de que a los migrantes, por un lado, los tenemos trabajando en los campos, los tenemos trabajando en miles de lugares, y los tenemos con papeles a medias, no con el pleno reconocimiento. Y eso a mí no me parece justo, me parece más bien hipócrita".
El arzobispo remarcó que la regularización debe ser total para quienes cumplen con la ley, y al mismo tiempo trazó una línea clara: "El que comete delito debe ser castigado, eso no lo discute nadie. Pero a mí me parece muy injusto que hay familias honestas, trabajadoras, que tienen dos o tres trabajos (...) que quieren hacer el bien, que hacen un aporte al país, que los tengan en ascuas. Eso no puede pasar".
Además, lanzó una advertencia de futuro: "Faltó una mirada de futuro hace 30 años atrás respecto de los grandes movimientos que se estaban produciendo en el mundo y en Chile. Y creo que tenemos que mirar con mucha atención lo que está pasando en África. Porque sí o sí va a venir una corriente migratoria africana en Chile y no tenemos todavía la estructura sólida para acogerlo".
En su intervención, el cardenal también coincidió con lo planteado por el presidente de la SNA, Antonio Walker, respecto a la necesidad de migrantes para la agricultura y el desarrollo productivo.
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