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Chile perdió su condición de país libre de anemia infecciosa equina (AIE) luego de la detección de casos en diciembre pasado, situación que llevó al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) a decretar una emergencia sanitaria nacional en febrero. En la región del Biobío, la entidad ha muestreado a 2.974 animales y confirmado que todos los contagios confirmados provienen de carreras a la chilena.
El director regional del SAG, Roberto Ferrada, explicó que "la anemia infecciosa equina es una enfermedad que afecta a équidos, es decir, caballos, mulas, asnos y burros en general".
La enfermedad presenta características similares a otras patologías graves, principalmente por el hecho de que no tiene cura. El representante del servicio dependiente del Ministerio de Agricultura agregó que "tampoco hay una vacuna, a diferencia del caso de la gripe aviar, por ejemplo".
Dentro de las dificultades para combatir la AIE, Ferrada mencionó que "no hay un tratamiento efectivo para sus síntomas. Estos pueden ser severos, hasta el punto de causar la muerte del animal". También, explicó que la enfermedad no corresponde a una zoonosis, dado que no es transmisible a las personas.
Ferrada recordó que los casos reaparecieron en el país el año pasado, por lo que se trabajó en su erradicación. "Estábamos libres hasta diciembre del año pasado, cuando tuvimos un reingreso y un caso en la región Metropolitana", recapituló.
Lo anterior llevó a que el servicio pasara a una alerta sanitaria para después, en febrero de este año, declarar la emergencia sanitaria a nivel nacional.
El director regional del SAG detalló que los síntomas principales incluyen fiebre, decaimiento del animal y falta de oxigenación de la sangre. "A nivel más visual, se puede observar la inflamación de las extremidades inferiores", agregó.
Para confirmar o descartar la presencia de la enfermedad, los inspectores del servicio deben tomar muestras de sangre. Posteriormente, explicó, "se conducen a nuestras estaciones de cuarentena, en el laboratorio oficial y bajo los protocolos armonizados de la Organización Mundial de Sanidad Animal y del SAG. Allí se hacen las pruebas respectivas, descartando o no la presencia del virus en el animal".
Roberto Ferrada agregó que, frente a un positivo, se debe establecer una "cuarentena para el predio". Posteriormente, el protocolo obligatorio ordena "una eutanasia sanitaria, que es el único tratamiento para contener la enfermedad".
Ferrada advirtió que el diagnóstico es un asunto complejo, ya que los animales infectados podrían no presentar síntomas evidentes o manifestar una severidad baja, "lo que significa que los animales van a ser portadores de la enfermedad permanentemente", precisó.
El SAG Biobío desarrolló un extenso trabajo de muestreo que abarcó diferentes estratos de uso equino. Ferrada detalló que "en la región hemos muestreado 2.974 animales, que van a la cordillera con motivo de las veranadas, en el Club Hípico de Concepción y en clubes de huasos en toda la región".
Los resultados de este trabajo revelaron un patrón específico de contagio: "Hemos detectado que todos los casos positivos están ligados a la actividad de las carreras a la chilena".
Roberto Ferrada fue categórico al señalar que no existe ningún caso positivo en otros estratos de uso de caballos en la región del Biobío. La razón del riesgo específico radica en las deficientes prácticas sanitarias.
"Hoy, el riesgo está en los caballos de las carreras a la chilena, por el uso de elementos cortopunzantes como agujas y otros, utilizados para hacer el manejo sanitario de los animales", sostuvo.
A nivel local, el director regional informó sobre las medidas adoptadas: 16 cuarentenas activas y 33 animales con eutanasia sanitaria ya ejecutada.
Lo anterior, aseguró, ha sido efectuado "con el ánimo de contener la enfermedad, porque queremos retomar la condición de país libre de anemia infecciosa equina".
El director regional del SAG destacó una iniciativa que ha pasado inadvertida, pero que resulta fundamental para el control sanitario: "Hemos implantado chips en los animales, con lo que hemos dado trazabilidad a más de 2.300 de ellos en la región del Biobío, con un agradecimiento importante por parte de los propietarios de caballos".
El director regional hizo un llamado a la ciudadanía para reportar situaciones sospechosas al correo [email protected] o al teléfono 2 345 1100, en caso de sospechar casos que pudieran ser positivos a AIE.
Durante las actividades de control, el SAG Biobío ha descubierto irregularidades adicionales en el manejo sanitario equino. Roberto Ferrada reveló que se ha identificado "el uso de medicamentos, insumos y vitaminas ilegales en caballos, fundamentalmente en el mundo de carreras a la chilena".
Estos productos ingresan al país sin cumplir los protocolos establecidos, por lo que no cuentan "con la autorización del Servicio Agrícola y Ganadero ni un debido registro o análisis de ficha clínica".
El director regional del SAG hizo un llamado a la responsabilidad en el cuidado animal, dado que estas situaciones atentan contra la normativa nacional. "Por eso llamamos a ser conscientes y a cuidar a los animales usando los productos registrados por el SAG", concluyó.
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