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El fundador de Parcela 104, Nicolás Seguel, explicó los beneficios del uso de bio-abonos en la agricultura de pequeña a gran escala, como en huertas caseras o plantas. El producto consta de abono de ganado bovino y surge de la búsqueda de reciclar este material de manera consciente en materia medioambiental.
Dicho producto no solo mejora la fertilidad de los suelos, sino que también apunta al desarrollo de economías circulares en materia de producción agrícola.
En conversación con diario La Tribuna, Seguel contó que "en 2022 nos conformamos como empresa. La idea nace en 2021, a partir de mi papá, que es agricultor hace más de 30 años. Él vio que había una buena manera de reciclar el abono de bovino, que es uno de los alimentos favoritos de las lombrices".
Ese año, Seguel se unió a Parcela 104 con el fin de "disponer de estos residuos biológicos de una manera responsable".
Sobre el foco de estos bio-abonos, detalló que "sirve para huertas caseras y plantas" aunque la perspectiva es vender la producción a mayor escala, como viveros que ya lo están utilizando". "También he pensado en el tema agrícola, porque el producto puede utilizarse en hortalizas, cultivos extensivos, cultivos tradicionales, mejoramiento y preparación de suelos para cultivos de temporada", detalló, apuntando a que uno de los objetivos es dar el salto en la agricultura mayor.
"Nosotros lo utilizamos en nuestro predio y hay agricultores que saben que esto sirve, pero es difícil cambiar el paradigma de la producción", indicó el representante de Parcela 104.
Nicolás Seguel apuntó a que "después del uso continuo, de temporada tras temporada, se ven cambios en los requerimientos que tienen los cultivos para desarrollarse en el suelo. Este abono orgánico mejora la oxigenación, la cantidad de potasio, nitrógeno, macro y micronutrientes que preparan mejor el suelo para recibir los cultivos".
"No pretendo que se reemplace un 100% la utilización de abonos o químicos tradicionales, que tienen un costo alto, pero sí se puede reducir por lo menos en un 30%", reconoció el productor del insumo. Seguel explicó que "hay un cambio importante en la matriz de costos al usar este tipo de fertilizante, tanto el sólido como el líquido".
Por lo pronto, afirmó que principales canales de comercialización están en las plataformas digitales "donde hemos llegado hasta Chañaral (Región de Atacama). También tenemos entrega en el canal online, donde retiran en nuestro punto de venta, en Almagro 113 y contacto directo".
El fundador de Parcela 104 dijo que "he participado en varias ferias y charlas donde me he dado a conocer", que aportan en la captación de productores y personas interesadas en el uso de bio-abonos más amigables que los tradicionales en términos medioambientales.
"Para producir el humus alimentamos a las lombrices con abono de bovino fermentado y lavado, porque no se puede alimentar con abono recién salido de los bovinos, porque es muy ácido", precisó Nicolás Seguel.
El emprendedor adelantó que "vamos a hacer pruebas con materia orgánica y con papel y cartón, para ver si tiene diferencias. Lo interesante es que el líquido que sacamos durante el proceso lo utilizamos para nuestras praderas, tanto en empastada como en la alfalfa".
El encargado de Parcela 104 explicó que "con esa alfalfa mi padre hace bolos y silos con los cuales alimenta a los bovinos y ahí se produce este círculo virtuoso, porque del mismo abono bovino se alimentan las lombrices".
"En el mismo predio lo utilizamos para obtener el producto, sin ningún químico adherido en el proceso más, que los mismos elementos del campo", realzó.
El productor del abono dijo que el producto también ayuda en la captación de carbono, aunque reconoció que "es poco, pero conversando con gente me han dicho ‘da lo mismo, porque están aportando con algo’. Este proceso aporta efectivamente con la reducción de la huella de carbono".
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