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La crisis de la construcción de viviendas no se remite solo a Chile y países de Latinoamérica, sino que el planeta entero ha visto una disminución en la producción de esta industria, debido a la emergencia climática y las consecuencias económicas debido a la pandemia del Covid-19 durante 2020-2021, que impiden el funcionamiento del modelo como venía sucediendo en décadas anteriores.
El significativo aumento de la población mundial y la creciente demanda que se espera para los próximos 30 años lleva a los expertos a plantearse sobre los métodos de construcción existentes, los cuales están basados en materiales con altas emisiones de gases contaminantes.
El Banco Mundial -organización especializada en financias con sede en Estados Unidos y que está integrada por 189 países miembros, entre ellos Chile- cree "urgente migrar a sistemas de construcción altamente industrializados basados en recursos naturales amigables con el medio ambiente", debido a la posibilidad que "nuestro actual modelo de construcción de viviendas resulte insuficiente".
Debido a esto, la misma entidad posiciona a Chile como uno de los países que podría transformarse en potencia en la industria de la construcción, sacando provecho a los recursos forestales renovables existentes en el país.
Como se abordó en un reportaje anterior en diario La Tribuna, la construcción industrializada de viviendas y edificaciones presenta ventajas que podrían hacer frente al déficit habitacional que hay en Chile, como la rapidez en la ejecución de las obras. Si este proceso industrializado es trabajado con la madera, los beneficios podrían ir desde una mejor resistencia al fuego, buen desempeño antisísmico hasta una adecuada aislación térmica.
Pero para que las empresas constructoras comenzaran a confiar en la madera como un material óptimo para el levantamiento de proyectos habitacionales; -o que el propio Estado se abra a considerarla en las licitaciones para la construcción de viviendas sociales-, los gremios y trabajadores dedicados a este rubro han debido promover su uso para que se instaure poco a poco en el mercado.
El experto en madera y actual asesor y consultor independiente, Marcelo Melo Betancur, abordó sobre la calidad de la madera y cómo esta ha ido mejorando a raíz de cambios en las normativas que han ocurrido en los últimos años.
En entrevista con diario La Tribuna, el también exgerente de Madera Río Colorado, una empresa maderera que funcionó en la zona, entregó sus puntos de vistas en base a su experiencia en el rubro, manifestando que en años anteriores las normas no eran tan precisas respecto a las características de la madera a la hora de la construcción.
"El trabajo de un aserradero es convertir el tronco redondo del árbol en una pieza en dimensiones y condiciones que necesita la construcción. Respecto a esto, nos encontrábamos que no habían normas claras que nos dijeran cuáles eran los estándares necesarios para producir madera para la construcción, entonces la diversidad de medidas y calidades que teníamos en el país eran enormes", señaló.
Respecto al punto anterior, Melo aseguró que al día de hoy existen normativas que rigen el correcto tratamiento en la madera que se lleva a las construcciones, mejorando aspectos básicos de sus condiciones.
"Fuimos avanzando en la calidad del corte de la madera en los aserraderos y en la calidad del secado, donde hubo un trabajo bastante arduo y que es permanente. Además, se avanzó muchísimo en la calidad que fabrican hoy día los aserraderos, ya que cumplen las normas de calidad que exigen la construcción. Entonces, ahora tenemos normas con medidas, con dimensiones, con calidad de secado, con calidad de impregnado y todo eso se tradujo en una norma chilena para la madera", expresó.
La madera que se va a ocupar para la construcción de viviendas pasa previamente por un sistema para dejarla en óptimas condiciones, procesos que se realizan en las empresas aserradoras. Para que una madera no presente problemas al momento de su uso en la construcción, no debe tener, por ejemplo, nudos o en su defecto tenerlos pero que no permitan que la pieza se rompa al momento de la flexión, tracción o contracción con el fin que resista al máximo.
De acuerdo a lo indicado por Melo Betancur -que también fue presidente de PymeMad Biobío y de la Cámara Chilena de la Construcción Los Ángeles-, uno de los cambios relevantes en el trabajo de los aserraderos que fueron posibilitados gracias a las nuevas normativas fue uniformar los criterios del producto final que se entregaba a las empresas constructoras, lo que permite encontrar similar tipo de madera a lo largo de Chile.
"Se mejoró el proceso de aserrío en sus medidas estándar. ¿Qué quiere decir esto?, que si nosotros compramos una madera de dos pulgadas la norma dice que tiene que tener 41 milímetros, y éstos tienen que estar en las piezas provenientes de cualquier aserradero; además que esa madera llegue con la dimensión y humedad adecuada, que tiene que estar bajo un 20% que es la humedad de equilibrio que se le pide a la madera para que no siga trabajando", apuntó.
Por lo tanto, lo que aporta el aserradero "es hacer las cosas bien, de preocuparse de buscar una mejor materia prima, de cortar como corresponde, preservar, secar y ponerla a disposición del mercado. De esa manera los constructores empiezan a recuperar confianza en esta materialidad", agregó.
El asesor y consultor independiente se refirió también a la experiencia de otros países respecto al trabajo en madera, profundizando sobre el ejemplo de Canadá, nación norteamericana que tuvo la oportunidad de visitar en años anteriores. En primer lugar, alabó las habilidades de los carpinteros de ese país.
"Nosotros vimos en Canadá que el trabajo del carpintero es muy valorado, son técnicos que saben desde la clasificación de la madera en adelante, usarla de una manera muy noble y además ejecutar de buena manera el mandato que le da la constructora. Es algo que se tiene que recuperar, esa mano de obra especializada para el trabajo en carpintería y en madera", indicó.
El experto, además, aseguró que los métodos utilizados en años anteriores en Canadá podrán empezar a replicarse en nuestro país. "Es tan brillante lo que tiene Canadá. Hay un círculo virtuoso, desde la semilla del árbol, el manejo del bosque, el aserrío, las normas claras, allá uno hace 15 años tomaba una pieza de madera en una tienda y tenía un montón de timbres, nosotros no sabíamos de qué se trataba y hoy día sí lo vamos a saber (N. de la R. se refiere al nuevo reglamento de rotulación de la madera aprobado por el Decreto 11 del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo)".
"Cuando hace 10 o 15 años manejábamos algunos porcentajes de uso de la madera estructural de la construcción y hablábamos de un 15 o 17% que tendía a disminuir, en Canadá tenían 85, 90% y con tendencia a pelear un poquito más de participación (...) Se gana en velocidad de construcción y se abre una oportunidad, ya que tenemos un déficit de vivienda", complementó.
Con las nuevas especificaciones en los estándares de calidad de madera, sumado a los beneficios en la preservación del medio ambiente, el experto recomendó su uso para la construcción, aventurándose a que se transformará en un material de alta potencialidad de exportación nacional.
"Absolutamente, las ventajas que van a encontrar son enormes, yo no sé hasta dónde vamos a poder llegar porque somos un país de pocos habitantes en relación a otros, pero creo que no solamente vamos a llegar con la madera a nuestros hogares, sino también se va a producir un efecto de producto de exportación", aseveró.
"Tuve la oportunidad de participar en algunos eventos donde países sudamericanos venían en búsqueda de soluciones habitacionales, y esas pasan por la madera. Y si esa madera es chilena, está probada que es adecuada y óptima para cumplir varios de los requisitos para la construcción sudamericana", cerró Marcelo Melo.
El Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) fija un conjunto de normas, divididas en Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC) y Decreto Supremo N° 10 de Vivienda y Urbanismo (DS10), que detallan el estado y uso del material para obras en Chile.
Estas normas técnicas, que se han ido actualizando con el paso de los años, establecen los requisitos a cumplir para construir en madera.
El sitio especializado Madera 21 de la Corporación Chilena de la Madera (Corma) entrega el detalle en un listado que se puede revisar en el siguiente link.
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