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La circulación de influenza tipo H3N2 mantiene en alerta a las autoridades sanitarias chilenas, luego de que países europeos registraran un adelantamiento inusual de brotes epidémicos asociados a una nueva variante del virus.
Frente a este escenario, el Ministerio de Salud (Minsal) activó una alerta epidemiológica preventiva y reforzó las medidas de vigilancia, diagnóstico y preparación de la red asistencial, tanto pública como privada.
La encargada regional de la Unidad Epidemiológica de la Seremi de Salud del Biobío, Andrea Gutiérrez, explicó que la influenza H3N2 corresponde a una enfermedad respiratoria aguda, altamente contagiosa y de carácter estacional, capaz de generar brotes anuales.
El contagio se produce principalmente por gotitas respiratorias que una persona infectada expulsa al toser, estornudar o hablar, y que otras personas inhalan directamente. También se transmite al llevarse las manos a la boca, nariz u ojos luego de tocar una superficie contaminada, o por contacto directo con personas infectadas.
Entre los factores que pueden incidir en un aumento estacional de casos, la autoridad sanitaria mencionó la aparición de nuevos subtipos del virus —que muta constantemente—, la baja cobertura de vacunación contra la influenza, las bajas temperaturas y la alta humedad propias del invierno, el hacinamiento en espacios cerrados y mal ventilados, la baja inmunidad en grupos de riesgo y la relajación de las medidas básicas de higiene respiratoria.
En cuanto a los síntomas, la influenza H3N2 se caracteriza por un inicio abrupto, con fiebre alta, tos seca, dolores de cabeza, musculares y de garganta, congestión nasal y una marcada fatiga. En algunos casos pueden presentarse náuseas, vómitos y diarrea.
Las complicaciones graves incluyen dificultad respiratoria, neumonía, sobreinfecciones bacterianas y descompensación de enfermedades crónicas, especialmente en adultos mayores, niños pequeños, personas con patologías respiratorias y embarazadas.
Desde el ámbito académico, la doctora María Teresa Valenzuela, médica y directora del Observatorio de Salud del Instituto de Políticas Públicas en Salud (IPSUSS) de la Universidad San Sebastián, advirtió que esta variante del H3N2 presenta una característica particular: la circulación de un subclado denominado "K".
Esta variante se distingue por tener múltiples mutaciones que le permiten escapar al sistema inmune con mayor facilidad que las variantes clásicas del H3N2 o el AH1N1. Además, posee una capacidad de transmisión más alta que los tipos tradicionales del virus de la influenza.
Este escenario, agregó la experta, puede generar un mayor número de casos alrededor del caso índice. "Después de eso, su cuadro clínico es más severo, es más grave", advirtió.
Valenzuela explicó que en Europa la circulación del virus se adelantó entre tres y seis semanas, coincidiendo con el inicio de las campañas de vacunación, lo que redujo el tiempo necesario para que la población desarrollara inmunidad. Este fenómeno genera preocupación en el hemisferio sur, considerando que Chile suele verse afectado por los mismos virus que circulan en el hemisferio norte.
La estrategia ante este escenario, según la especialista, requiere fortalecer totalmente la vigilancia epidemiológica y estar muy atentos a la aparición de los primeros casos de esta infección.
Por otra parte, añadió Valenzuela, también resulta necesario llevar una vigilancia de laboratorio oportuna y adecuada a fin de identificar este subclado "K" oportunamente y dar cuenta de ello.
Asimismo, destacó la importancia de la preparación temprana en cuanto a la campaña de vacunación contra la influenza, entendiendo que se requieren dos a tres semanas antes de que se inicie la circulación del virus para desarrollar inmunidad.
Otro punto de atención para Valenzuela es el flujo de personas que viajarán durante vacaciones a Europa, Estados Unidos y Canadá, lo que podría adelantar la introducción del virus en el país. En estos casos, recomendó extremar las medidas preventivas, como el uso de mascarilla en espacios concurridos, el lavado frecuente de manos y evitar el contacto cercano con personas que presenten síntomas respiratorios.
A nivel nacional y regional, la encargada regional de la Unidad Epidemiológica de la Seremi de Salud del Biobío, Andrea Gutiérrez, detalló que se han activado acciones como el refuerzo de la vigilancia epidemiológica y el diagnóstico de la red de atención pública y privada, resguardo de la atención de la red asistencial y la capacidad resolutiva de los establecimientos, control de infecciones asociadas a la atención de salud, y comunicación y autocuidado de la población.
Ambas expertas reiteraron que la vacunación anual contra la influenza sigue siendo la principal herramienta de prevención, especialmente para los grupos de mayor riesgo, ya que, si bien no siempre evita el contagio, sí reduce significativamente las complicaciones graves y el riesgo de hospitalización y muerte.
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