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La decisión fue comunicada por la Subsecretaría del Interior y el Ministerio de Desarrollo Social, quienes justificaron la medida como una forma de "profundizar el diálogo territorial" y mejorar la propuesta que hasta ahora ha sido cuestionada por diversos sectores indígenas.
La consulta, que ya se había iniciado en algunos territorios, contemplaba llegar a 71 localidades. Sin embargo, varios líderes mapuche manifestaron su molestia por lo que consideraban un proceso mal diseñado, sin representatividad ni claridad sobre los alcances reales del sistema de tierras que se propone.
Desde el Ejecutivo explicaron que la suspensión se enmarca dentro de las posibilidades contempladas por el reglamento de Consulta Indígena, el cual permite detener el proceso cuando así lo soliciten los pueblos participantes o cuando se requiera rediseñar aspectos esenciales.
"Esta suspensión tiene como objetivo fortalecer los mecanismos de participación y avanzar en una propuesta que realmente responda a las expectativas de las comunidades. No se trata de abandonar el proceso, sino de mejorarlo con mayor legitimidad territorial", indicaron fuentes del Ministerio de Desarrollo Social.
La suspensión abre una etapa de incertidumbre. El Gobierno ha comprometido el inicio de una ronda de diálogos territoriales con comunidades, autoridades locales y expertos, con el fin de rediseñar la consulta y relanzarla en una nueva fase, aún sin fecha definida.
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