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Este distrito reúne comunas de tres provincias distintas: Biobío, Arauco y Concepción. La amplitud de su mapa territorial refleja tanto realidades cordilleranas como costeras, además de capitales provinciales y sectores rurales, lo que convierte a la competencia en un escenario donde los partidos deben adaptar sus propuestas a distintas necesidades locales.
En las elecciones de noviembre, la región del Biobío deberá elegir al próximo Presidente de la República y a sus representantes en la Cámara de Diputadas y Diputados. A diferencia de otros procesos, esta vez no habrá votación de senadores, ya que el periodo en la Cámara Alta es de ocho años y las circunscripciones correspondiente al Biobío no se renueva en este ciclo.
El distrito 21 reparte cinco escaños en la Cámara Baja, por lo que la competencia parlamentaria será intensa entre los distintos pactos políticos y candidaturas que buscan instalar representación en un territorio de alta disputa.
Según el registro oficial del Servicio Electoral (Servel), en el distrito 21 fueron inscritos 34 candidatos. No obstante, uno de ellos fue rechazado inicialmente por el organismo, quedando a la espera de una eventual impugnación en el Tribunal Calificador de Elecciones (Tricel).
Este número de postulantes refleja la alta competencia política en el distrito, donde las listas deberán disputar el respaldo de un electorado amplio y heterogéneo. Para los habitantes de las 22 comunas, la elección no solo definirá la representación local en el Congreso, sino también la orientación política que tendrá el país en los próximos cuatro años.
El distrito está compuesto por 22 comunas, distribuidas en tres provincias de la región del Biobío. La más numerosa es la provincia de Biobío, con 14 comunas, entre ellas Los Ángeles, que además es la capital provincial. A esa lista se suman las siete comunas de la provincia de Arauco, cuyo centro administrativo es Lebu. Finalmente, el distrito se completa con una comuna de la provincia de Concepción, Lota, conocida por su identidad ligada al carbón.
La conformación de este mapa político muestra un territorio diverso en realidades sociales, económicas y geográficas, que va desde las zonas cordilleranas del Alto Biobío hasta las localidades costeras de Arauco y Tirúa. Ese abanico de realidades genera un escenario electoral dinámico, donde los candidatos deben ajustar sus mensajes y propuestas a problemáticas locales muy distintas.
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