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La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, fue beneficiada con el régimen de prisión domiciliaria tras la confirmación de su condena a seis años de cárcel por el caso conocido como causa vialidad.
La medida fue dispuesta por el Tribunal Oral Federal 2, que ordenó su detención "a partir del día de la fecha y bajo la modalidad de prisión domiciliaria", a cumplirse en su departamento en la capital trasandina.
Además, la resolución judicial instruyó la colocación de una tobillera electrónica y estableció estrictas reglas de conducta: Fernández deberá permanecer en su domicilio, salvo en circunstancias excepcionales previamente justificadas.
La causa que motivó la condena involucra el supuesto direccionamiento de contratos de obras públicas en la provincia de Santa Cruz, favoreciendo al empresario Lázaro Báez. En diciembre de 2022, la expresidenta fue sentenciada por el delito de administración fraudulenta, aunque fue absuelta del cargo de asociación ilícita.
La sentencia fue ratificada por la Cámara Federal de Casación Penal en noviembre de 2024 y apelada posteriormente ante la Corte Suprema, la que finalmente la confirmó el pasado 10 de junio. Con esta resolución, se cierra la posibilidad de que Fernández postule a cualquier cargo público, incluyendo su intención de ser candidata a diputada provincial en las elecciones del próximo 7 de septiembre.
El tribunal consideró su edad —72 años— y su condición de salud, además de aspectos relacionados con su seguridad personal. Cabe recordar que la exmandataria fue víctima de un intento de atentado en 2022, situación que fue considerada en la decisión judicial para otorgarle el beneficio de cumplir la pena fuera de un recinto penitenciario.
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