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Se trata de un plan piloto que comenzará en la Región Metropolitana y cuyo uso estará restringido a intervenciones por violencia intrafamiliar (VIF), consignó Meganoticias.
El ministro de Seguridad Pública, Luis Cordero, quien entonces ejercía como subsecretario del Interior, había adelantado la medida al señalar que estas herramientas buscan reforzar la labor policial en situaciones de alto riesgo sin recurrir a la fuerza letal.
El protocolo validado por Carabineros establece que cada funcionario que porte este dispositivo deberá contar con una certificación obligatoria para garantizar su uso responsable. Además, la normativa prohíbe dirigir las descargas a ojos, genitales u órganos vitales, así como aplicarlas contra niños, niñas y adolescentes.
De acuerdo con Cordero, la adquisición se concentrará en las versiones más recientes de estas armas, adaptadas a estándares internacionales. "Los resultados de ese piloto se van a conocer públicamente, pero el protocolo ya ha sido aprobado por Carabineros", aseguró.
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