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"Fueron 30 horas de terror", así calificó Juan Dabed, el secuestro de su hijo en Illapel, la noche del pasado lunes en la región de Coquimbo.
En conversación con el matinal "Buenos Días a Todos", el padre del joven, relató los detalles del traumático episodio que vivió su hijo durante el secuestro.
El menor fue hallado el recién pasado miércoles por la PDI en la comuna de Pichidangui, en buen estado de salud. En el lugar, se logró la detención de cuatro personas involucradas, quienes a rostro cubierto habrían solicitado $150 millones para su liberación.
El padre del menor señaló que los secuestradores se comunicaban con él para extorsionarlo. "Lo reconocí inmediatamente. Fue traumático ver cómo lo apuntaban con tres armas. Los tipos estaban golpeándolo y pidiendo transferencias de dinero", precisó el papá.
En medio de la tensa y dramática situación, Dabed, recalcó que "La experiencia no se la doy a nadie, es brutal. Y si no fuera por la tremenda institución que es la PDI de Los Vilos e Illapel, la BIPE, organismo especializado en secuestro, yo seguramente no tendría a mi hijo. Fueron 30 horas de terror", reconoció el padre del joven retenido por los delincuentes.
Así, destacó que "Esto no puede pasar en Chile y mucho menos en una comunidad de 60 mil personas. Somos un pueble pequeño (Illapel) donde nos conocemos todos", manifestó el padre del menor, quién afirmó que "hay dos mujeres involucradas, de 14 y 16 años, que fueron tan violentas como los dos secuestrados".
En su relato al medio citado, el padre del joven secuestrado indicó que adicional a este hecho también recibió amenazas de muerte pero estas dirigidas a su señora.
"Una sustracción de menores, extorsión y vamos a agregar amenaza de muerte contra mi señora, porque fue la que le tocó negociar por instrucciones de la Policía de Investigaciones".
Luego de 30 horas de secuestro, momentos de angustia y desesperación y tortura a las que estuvo expuesto su hijo, Dabed y su familia pudo finalmente abrazar de nuevo al adolescente de 16 años. "Cuando lo vi le dije que lo quería mucho. Nos abrazamos y lloramos", señaló Dabed en su reencuentro con el adolescente. "Ahora debo cuidarlo, es sangre de mi sangre", finalizó.
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