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Columnista

Cambio de nombres

Zenón “Cheno” Jorquera

por Zenón “Cheno” Jorquera

A finales del mes pasado, el "Comité Interdisciplinario de la Conmemoración de los 50 años del golpe de Estado de la Municipalidad de Santiago", creado por la alcaldesa Irací Hassler, presentó en el Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil (COSOC) una solicitud para cambiar el nombre de 9 calles, 2 plazoletas y un puente en la comuna.  Las peticiones fueron realizadas, a través de las oficinas de parte del municipio,  por organizaciones sociales, culturales, dirigentes políticos (la presidenta del PS, el secretario general del PC, una concejala PC  y una edil independiente que postuló en la lista Ecologista Verde, ambas de Santiago),  y diversas agrupaciones de variada índole.

El COSOC aprobó las peticiones.

El miércoles recién pasado se reunió el Concejo municipal. El resultado de la votación fue -era de esperar- favorable, debido a la conformación del Concejo (la alcaldesa tiene mayoría), amparado en que "ambos procesos son participativos y representativos, de acuerdo a la Ley N°18695 Orgánica Constitucional de Municipalidades, que establece la administración de los bienes municipales y nacionales de uso público";  cuyo artículo 5º señala que "en ejercicio de esa atribución, le corresponde, previo informe del COSOC, asignar y cambiar la denominación de tales bienes". No consigna si es por tramos, algunas cuadras o calles en toda su extensión.

Ojo: Asimismo, con el acuerdo de los dos tercios de los concejales en ejercicio, podrá hacer uso de esta atribución respecto de poblaciones, barrios y conjuntos habitacionales, en el territorio bajo su administración.

Pero todo tiene su "pero"...  

Los vecinos no están de acuerdo porque no se les consultó, no se les tomó en cuenta, y salieron a la calle a manifestar su descontento. "Namur 100 años de historia. ¡No al cambio de nombre, nadie nos consultó!". "Es toda una vida. Son nuestras calles, es nuestro barrio", señalaban las pancartas de los habitantes de calle Namur, una de las nueve de la comuna de Santiago que cambiaría de nombre por iniciativa del "Comité". Finalmente, tras un diálogo entre la junta de vecinos y las vecinas del Parque Forestal y el colegio de Arquitectos, el cual fue mediado por el municipio, se modificó la solicitud; se propuso ante el Concejo Municipal que la plazoleta ubicada en Merced con Monjitas lleve su nombre.

Las calles, plazas y avenidas también tienen su historia. El historiador francés Pierre Nora, conocido por sus trabajos sobre la identidad francesa y la memoria, dijo que los lugares de memoria, son "construcciones destinadas a detener el tiempo, inmortalizar la muerte", nos lo recuerda la trabajadora social y columnista de El Mostrador, Daniela Aceituno. ¿Por qué, entonces, cambiarles el nombre y además en algunos casos en pequeñas extensiones? Parecería más acertado designar nuevas calles, plazas o plazoletas, con lo cual verdaderamente aquellas personas serían inmortalizadas. 

Recordar es vivir, pasar a tener en la mente algo del pasado.   Etimológicamente es volver a pasar por el corazón, debido a que para los romanos en el corazón se asentaba la mente y no los sentimientos. En este caso, además de recordar, es crear conciencia de lo ocurrido para que no vuelva a suceder.          

Con la decisión santiaguina quizás surjan nuevas propuestas por el mismo motivo. Los alcaldes y concejales tienen la atribución para denominar o poner nombres, pero la propuesta debe ser debidamente meditada, consensuada,  y que no menoscabe los nombres actuales, antes de llevarla a votación. Ahora surgirá todo aquello que conlleva un cambio de nombre para los vecinos de cada una de las calles afectadas, las dificultades que provocarán las nuevas denominaciones, amén de la inversión que acarrea, cuando la comunidad prioriza la seguridad como lo más importante, de acuerdo a lo que señalan las encuestas.  

La calle Manuel de Amat, que cambiará su nombre entre San Alfonso y camino a Melipilla, fue nombrada en honor a Manuel de Amat y Junient, gobernador del reino de Chile entre 1755 - 1761; pronto ese tramo pasará a llamarse Elisa del Carmen Escobar Cepeda. La calle General Bulnes, en honor al militar y presidente de la República (1841 - 1851),  -cuyo gobierno se caracterizó por la expansión educacional y cultural- también cambiará de nombre entre Avenida Alameda y calle Moneda. Esa sola cuadra se denominará Jecar Nehgme. 

Sin desconocer el motivo que llevó a esta iniciativa, surgen las preguntas: ¿Qué sucedería si los deudos de otras tragedias ocurridas en el país pidieran homenajes semejantes? ¿Y si después de las próximas elecciones municipales cambia la conformación del Concejo, se mantendrá esta decisión o se volverá a cambiar los nombres?

Zenón "Cheno" Jorquera

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