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Contar con una sana intervención de los padres, tutores y profesores, basada en la comunicación y el equilibrio entre momentos de conexión y desconexión, es en lo que hay que poner especial preocupación.
Ver interactuar a un niño con la tecnología nos parece una situación común. Incluso, nos llama la atención la facilidad con la que la utilizan y cómo se desenvuelven en el ecosistema digital, ya que tienen la capacidad de tomar un Smartphone o un tablet y consumir contenidos de todo tipo, muchas veces, sin la orientación de alguien más.
Considerando este escenario, y teniendo como antecedente que si bien en Chile hay 18,5 millones de habitantes, existen 27 millones de Smartphones, pusimos especial atención en un reciente estudio realizado por Tren Digital UC, con apoyo de Samsung Electronics Chile y París, relacionado con la forma en que los estudiantes interactúan con la tecnología. El estudio evaluó la relación que los niños están desarrollando con las distintas plataformas tecnológicas, revelando, entre otras cosas, que aquellos jóvenes que dijeron que sus padres regulaban el uso de la tecnología mostraron mayores índices de satisfacción emocional. Lo anterior se da en un contexto donde se fomentan y priorizan las relaciones entre los integrantes de la familia, con una utilización balanceada del mundo digital, lo que arroja como resultado que los jóvenes dicen estar más contentos y mostrar mayores niveles de socialización que en aquellos hogares donde no existe este tipo de restricciones. Esta conclusión nos entrega luces respecto a cómo debemos ir acompañando a los más jóvenes en el desarrollo de una vida digital balanceada, dejando espacios para la conexión y la desconexión.
Junto a esto, la medición “Generación App en Chile” dio a conocer que los escolares que mostraron problemas de regulación o de sensación de dependencia tienden a usar hasta más de seis horas el celular y no tienen acompañamiento de adultos, razón por la que tienden a sentirse solos con mayor frecuencia. Además, son más expuestos a ser molestados o a recibir material de connotación negativa, por lo que el apoyo y la comunicación diaria de los escolares con sus padres, tutores y/o profesores en el colegio resulta clave a la hora de forjar un criterio adecuado.
Por último, aquellos jóvenes que dijeron realizar actividades extra programáticas hasta tres veces a la semana están un 10% menos de su tiempo viendo videos y utilizando redes sociales, lo que reafirma la necesidad de contar con adultos que establezcan regulación en el uso de las TIC´s.
Contar con una sana intervención de los padres, tutores y profesores, basada en la comunicación y el equilibrio entre momentos de conexión y desconexión, es en lo que hay que poner especial preocupación a la hora de desarrollar actividades que incorporen el uso de plataformas tecnológicas en los niños. Inmersos en los múltiples beneficios de un mundo tan conectado como el de hoy, es clave que los padres acompañen este aprendizaje para incorporar la tecnología como una herramienta para adquirir conocimientos y habilidades y así articular un uso provechoso en beneficio de los escolares.
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