Votación con la fuerza de los pueblos originarios

Cecilia Collío viste la indumentaria mapuche típica. Como dirigenta de la organización Pewun Kimün, siempre lo ha hecho con orgullo.

Con sus trariloncos y trapelacuchas de plata, se dirige hacia la escuela 11 de Septiembre, donde debe emitir su sufragio para el plebiscito constituyente. Lo hace como siempre, con legítimo orgullo. Por supuesto, dentro del conjunto, luce la mascarilla, requisito indispensable para circular por la ciudad y sufragar sin problemas.

Como todos, Cecilia Collío hace la fila en las afueras del recinto de votación. Las personas la observan con atención, otros tantos con una cuota importante de admiración.

La escena no es muy frecuente, no es la habitual. La dirigenta llega a su mesa de votación y emite su sufragio. Para ella, se trata de la posibilidad cierta de que los pueblos originarios tengan rango constitucional, una materia que se ha dilatado gobierno tras gobierno.

Porque las esperanzas de Cecilia están en que una nueva constitución considere, por primera vez, las demandas pendientes de las comunidades indígenas.