Desazón entre usuarios del Laja: se posterga reunión clave para crear junta de vigilancia

Había

esperanzas de que la reunión programada inicialmente para hoy en Santiago entre

los usuarios del sistema Laja -que incluye al lago y al río del mismo nombre- y

las autoridades de la Dirección General de Aguas (DGA) traería nuevos bríos al

alicaído borrador de estatutos de la junta de vigilancia, cuyo fin es hacer un

uso racional de las cada vez más escasas aguas disponibles en dicha cuenca.

En

su momento, esa cita fue vista como la gran ocasión para mantener a flote esa

propuesta que parecía zozobrar después de seis años de intensas reuniones y

negociaciones entre los distintos actores relacionados con dicho recurso

hídrico. Es que al entrampamiento en el que estaba inmerso desde el 2018, se

sumó en las últimas semanas la disposición de la Dirección General de Aguas en

orden a hacer prevalecer consideraciones legales y no prácticas, desatendiendo

lo que fueron los acuerdos entre los actores. Al cabo, un retroceso que podía

derivar en volver al estado de situación de 2013, año en que se realizaron las

primeras tratativas para resolver un escenario ya caracterizado por una aguda

escasez de agua.

De

ahí que la disposición del ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, en orden

a echar a andar la junta de vigilancia, fuera recibida como un espaldarazo a

ese trabajo de seis años entre los usuarios del sistema, incluidos actores

importantes como Enel (ex Endesa), que mantiene un enorme complejo

hidroeléctrico que usa las aguas del río y del lago para producir energía.

Sin

embargo, tal como lo confirmó ayer Boris Solar, secretario ejecutivo del Comité

Aguas para el Laja, hoy no habrá un encuentro entre los usuarios y la DGA.

¿La explicación? La Dirección General de Aguas nos postergó la reunión porque

no tiene avances de las observaciones a unos puntos de los estatutos. ¿La

fecha? Nada definido.

Pese

a este revés, el directivo aseguró que igualmente habrá una reunión de los

usuarios en la región Metropolitana. Como mesa, acordamos reunirnos igual en

Santiago mañana (hoy), toda vez que debemos avanzar en nuestras definiciones e

insistir ante la Dirección de Obras Hidráulicas y la Dirección General de Aguas

para que le den celeridad a este tema. Es que, en el último tiempo, por cada

paso que avanzamos, retrocedemos dos.

A

su juicio, es crucial tener una propuesta final de junta de vigilancia antes de

marzo ya que, de lo contrario, va a ser difícil más adelante, por los otros

temas del país que quitarán la atención del asunto del agua. De hacerse

realidad, se podrá validar lo comprometido por el ministro en darle prioridad

a la conformación de esta junta de vigilancia y las otras existentes en el

país.

(EN

RECUADRO)

Rol de la DGA

La

DGA juega un rol crucial en la conformación de la junta de vigilancia. De

hecho, es el organismo público que visa su creación. De ahí que las

observaciones advertidas por la DGA, pese a los acuerdos, suponen una

postergación y/o retroceso en lo realizado hasta la fecha.

Boris

Solar sostuvo que aunque la Dirección General de Aguas esté sobrepasada de

trabajo por toda la situación de sequía y emergencias que sufre el país, es

relevante que le dé curso a un rema de relevancia.

Sin

embargo, la burocracia igual prevalece, se lamentó. Y no entendemos porqué

han tenido particularmente desidia en apoyar esta junta de vigilancia que ha

sido validada y apoyada tantas veces. Solo debemos suponer que tantas versiones

tan distintas de la Dirección General de Aguas, es que hay información o algún

interés en particular que desconocemos. No podría explicar de qué otra forma la

DGA resolvió avalar que este verano tendremos 150 millones de metros cúbicos

menos de agua en el lago Laja, que tanto nos ha costado defender en pos de

resguardar el escaso recurso hídrico.