Realizan caravana para que bomba de insulina sea incorporada al AUGE

Aunque su intención original era organizar una marcha en plena capital regional, la cual lamentablemente no se logró, alrededor de 10 madres angelinas no quisieron acallar su voz e iniciaron una –casi- espontanea caravana por el centro de Los Ángeles, con la finalidad de demandar que la bomba de insulina sea incorporada al AUGE.

La actividad, que integró a progenitoras de niños que padecen en su mayoría diabetes tipo 1, comenzó pasadas las 12.00 del mediodía en la Plaza de Armas angelina, para luego bajar por calle Colón, doblar en Rengo, tomar Valdivia y retornar al citado centro cívico.

La iniciativa se realizó en paralelo a una marcha realizada en la Región Metropolitana, que congregó al menos 300 pacientes que sufren la citada patología, quienes al igual que en Los Ángeles exigen que el gobierno contemple a este aparato dentro de las Garantías Explícitas de Salud (AUGE).

Una de las madres que participó en la caravana angelina, Alejandra Yáñez, comentó lo costoso que resulta la adquisición y mantención de la bomba de insulina, sosteniendo que “los valores son casi inalcanzables, ya que la bomba sale 5 millones y medio, y su mantención cuesta 380 mil pesos mensuales. Fuera que cada año se debe invertir 800 mil pesos para el cambio de una cánula, y luego de 4 años se debe comprar una nueva bomba, es decir, otra vez más de 5 millones de pesos”.

Tras ello, comentó la recepción de los transeúntes a la manifestación pacífica, declarando que “en principio como que no entendían mucho, nosotros pensamos que quizá no iban a comprender el tema de la bomba. Sin embargo, tras el evento y en la noche por redes sociales, la gente entendió la finalidad de nuestra protesta y nos entregó todo su respaldo”.

Consultada si repetirán la medida nuevamente, Yáñez se mostró dubitativa, ya que expresó que la caravana surgió espontáneamente, sin embargo, concluyó que “todo lo que sea en beneficio de la salud de nuestros hijos, nosotros lo haremos sin pensarlo”.

Cabe destacar que en el Congreso Nacional se debate el segundo decreto de la Ley Ricarte Soto, instancia en que podría ser acogida esta petición, de ser escuchada por los parlamentarios.

QUÉ ES UNA BOMBA DE INSULINA

La bomba de insulina es un pequeño dispositivo del tamaño de un teléfono móvil que administra insulina de forma continuada. Consta fundamentalmente de dos partes: el infusor de insulina y el catéter de conexión.

El infusor propiamente dicho es una microcomputadora que ha sido programada previamente para infundir insulina de manera continua las 24 horas del día. Se compone básicamente de una pantalla, una batería, unos botones y un reservorio de insulina. Utiliza análogos de insulina de acción rápida.

El catéter de conexión es un fino tubo de plástico que conecta la bomba con el tejido subcutáneo (debajo de la piel). Este catéter termina en una cánula de plástico que está localizada debajo de la piel. Allí será donde se deposite la insulina administrada por la bomba.