La Comunidad y la Licencia Social

Cada día escuchamos con más frecuencia la importancia de la comunidad en todo orden de cosas. Si hace algunos años atrás bastaba con la obtención de permisos para la ejecución de proyectos, hoy es indispensable contar con la aprobación de la comunidad, lo que se conoce como Licencia Social. Son muchos los proyectos que se detuvieron, modificaron o simplemente no se materializaron por oposición de la comunidad.

Pero, ¿quién es mi comunidad?. Habría que partir por una definición.

La RAE define comunidad como “conjunto de personas vinculadas por características o intereses comunes”. Por lo tanto, todos pertenecemos a distintas comunidades. Para ir de lo general a lo particular, pertenecemos a la comunidad Chile, a la comunidad Los Ángeles y a la comunidad de nuestro barrio. Aunque no participemos activamente en su organización e instituciones, igual pertenecemos.

Puede que pertenezcamos a la comunidad de quienes nos gusta el fútbol, sin embargo si me gusta el equipo A no pertenezco a la comunidad de quienes gustan del equipo B. Así podríamos citar una serie de ejemplos explicativos.

Si buscamos un sentido práctico al concepto, el ideal es la existencia de entidades que representen a la comunidad. Como es muy difícil (sino imposible) estar todos de acuerdo, se debe crear instancias participativas donde se exprese el sentir de la mayoría. Por ejemplo, si las Juntas de Vecinos fueran esta instancia, sería mucho más fácil para la autoridad la asignación de recursos. Nadie conoce mejor mis necesidades que yo mismo.

Hoy en día donde la participación en instancias comunitarias es cada vez menor, las organizaciones públicas y privadas deben hacer grandes esfuerzos para obtener la licencia social. La comunidad se organiza y manifiesta ante los cambios.

A nivel provincial se discuten importantes proyectos públicos donde la comunidad tiene mucho que decir. Al ya añejo proyecto de estacionamientos subterráneos podríamos agregar la ampliación de avenida Padre Hurtado, el paso a desnivel Antuco, la remodelación de avenida Los Carrera por nombrar los más emblemáticos.

En el ámbito privado la licencia social pasó a ser un requisito exigido por la autoridad y existen reglamentos para su correcta obtención. En algunas industrias como la forestal, cada día más países importadores de productos forestales están exigiendo certificaciones que demuestren que estos productos se obtienen de manera sustentable, con apego a la ley y respeto de la comunidad.

Hoy es un deber de las instituciones que impulsan estos proyectos informar y acoger las sugerencias y solicitudes de la comunidad si quiere que éstos prosperen.

Joaquín Silva Johnson

Gerente Asuntos Comunitarios y Corporativos

Agrofine Consulting

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