Regístrate en nuestro newsletter
Actualmente, Fernández se desempeña como consultora y enfoca su trabajo por proyectos en formación docente y educación climática. Su rol es crucial, dado que buscará relevar a la educación como herramienta fundamental en todas las mesas de negociaciones diplomáticas relacionadas con el cambio climático. Este evento de gran magnitud reúne a delegaciones gubernamentales, el mundo privado, ONG, fundaciones y juventudes de todo el mundo.
En entrevista con Radio San Cristóbal, Fernández contó que fue invitada por la Fundación Ensina de Brasil para formar parte de su delegación, con el patrocinio de la fundación estadounidense Teach For All. Asistirá específicamente los días 13, 14 y 15 de noviembre, jornadas donde se discutirán tópicos vinculados a la educación, la energía, el transporte y la industria dentro del Pabellón Azul.
Su participación subraya la relevancia de su trabajo en la Fundación Aprende Verde —de la cual es cofundadora— y como conectora global en Teach For All. También representa un llamado a las comunidades educativas de su comuna natal para implementar programas de educación ambiental que conecten a los estudiantes con el cuidado de la naturaleza y el desarrollo sostenible.
Gabriela, cuéntanos sobre ti. ¿Eres de Los Ángeles? ¿Dónde realizaste tus estudios?
—Sí, soy angelina. Nací y crecí en Los Ángeles y la mayoría de mi familia está por acá. Estudié la enseñanza básica en el Colegio San Gabriel y la enseñanza media en el Colegio San Rafael. Luego, realicé mi formación universitaria en Valparaíso, donde estudié Bioquímica en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). También cuento con un diplomado en Neurociencia Educativa.
¿Cómo se produce esta transición de la bioquímica a la educación, y específicamente, a la educación climática?
—Es interesante, porque aunque estudié bioquímica, siempre tuve una fuerte conexión con la educación. Mis padres y mi abuela fueron profesores, por lo que el mundo familiar siempre estuvo muy vinculado a ello. Hacia el final de mi carrera, me di cuenta de que también quería dedicarme a la educación. De hecho, mi investigación la realicé en temas relacionados con el medio ambiente. Desde ahí, mi camino se enfocó en la valorización de los saberes locales, las plantas medicinales y, en los últimos años, me he dedicado de lleno a la educación ambiental y climática.
Sobre tu participación en la COP30, ¿cuándo y dónde se llevará a cabo este importante evento internacional?
—La COP30 se realizará en Belén, Brasil, y aunque el evento se extiende durante varios días de noviembre, yo asistiré específicamente el 13, 14 y 15 de ese mes. Durante este tiempo, todos los países se reúnen para tomar decisiones o realizar negociaciones diplomáticas en torno al cambio climático.
¿Cuál será tu rol específico en la COP30? ¿Qué buscas poner sobre la mesa de negociaciones?
—Fui invitada por la Fundación Ensina de Brasil y voy a participar en el Pabellón Azul, un espacio para la toma de decisiones en temas de educación, energía, transporte e industria. Mi misión fundamental es poner en prioridad la educación climática. Cuando hablamos de cambio climático, la conversación a menudo se centra en las emisiones de CO2 o las problemáticas ambientales, pero la educación, que es algo prioritario, suele dejarse de lado. Mi rol será asegurar que, en todos los espacios de diálogo y mesas de negociación, se reconozca la educación climática como algo importante y que se le dé prioridad en cuanto a financiamiento e importancia.
Esta no es tu primera incursión en el contexto de las Cumbres del Clima. ¿Cómo fue tu experiencia en la COP29 del año pasado?
—Así es. El año pasado tuve el privilegio de participar en uno de los eventos preparatorios para la COP29. Fue un campamento de verano para docentes que se realizó en Bakú, Azerbaiyán. Fui la única participante de Chile, en un grupo de alrededor de 50 personas con experiencia en educación ambiental. Fue una formación docente muy valiosa, ya que la COP oficial tiene muchos eventos antes y posteriores.
Con base en tu experiencia, ¿cómo evalúas la forma en que la sociedad civil se está comportando frente al cambio climático?
—Siento que actualmente la sociedad ha perdido mucho la conexión con la naturaleza y el cuidado de nuestro entorno. Creo que debe considerarse en todo ámbito —no solo en la educación—, sino que a nivel de responsabilidad ciudadana. Cuestiones como hacerse cargo de nuestros residuos y reciclar deben ser importantes.
Y al llevar esa reflexión a nuestra ciudad de Los Ángeles, ¿qué oportunidades ves para mejorar esta conciencia y acción ambiental?
—Me gustaría ver más instancias de colaboración en la ciudad, como que se generaran proyectos donde, por ejemplo, una cafetería donara su borra de café para que un agricultor fertilice sus cultivos. También siento que aún faltan huertos en la ciudad. Esto se puede abordar desde la educación, ya que si sembramos una semilla de conciencia ambiental en los estudiantes hoy, eso tendrá un impacto positivo en el futuro para toda la ciudadanía en general.
Para finalizar, ¿te gustaría realizar un llamado en general para promover la educación ambiental?
—Sí, quiero hacer un llamado a las comunidades educativas de la comuna a implementar programas de educación ambiental, conectar a los estudiantes con el cuidado de la naturaleza y el desarrollo sostenible.
 |
||||
 |
 |
 |
 |
 |
¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]
ContáctanosOpinión
