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La Tribuna

Gonzalo Arteche, el cura que escribió tres himnos y que hoy es poco recordado en su propia ciudad

por Claudia Robles Maragaño

El sacerdote fue autor del Himno Rotario nacional, así como de los himnos del Liceo de Hombres de Los Ángeles y de Antuco. Sin embargo, solo una lápida lo recuerda en el Cementerio Católico, "ninguna calle ni plaza lleva su nombre".

LLegada a Los Ángeles del cura Arteche / cedida

Este 26 de julio se cumplen 73 años de la muerte del sacerdote Gonzalo Arteche Bahillo, figura clave en la vida espiritual, cívica y cultural de Los Ángeles y la provincia de Biobío. Vasco de origen y chileno de vocación, su legado como compositor de himnos y defensor del ideal rotario vuelve a ocupar un lugar en la memoria colectiva del sur.

Poco común en su tiempo, Arteche fue un cura adelantado a su época. Llegó a Los Ángeles en la década de 1920, manejando su propio automóvil, con gafas oscuras y un carácter decidido. Fue cura párroco de la Iglesia San Miguel, socio fundador del Rotary Club local y autor de un himno que aún se canta en clubes rotarios de todo el país. Su letra, marcada por los valores de unidad, servicio y fraternidad, terminó siendo adoptada como himno oficial de Rotary en Chile.

Pero su aporte no se detuvo ahí. También compuso el himno del tradicional Liceo de Hombres de Los Ángeles ‑hoy Liceo Bicentenario‑ y escribió el himno de la comuna de Antuco, consolidando su vínculo con la educación, el territorio y la identidad local.

Alex Arancibia Quintana, director del Comité de Membresía del Rotary Club de Los Ángeles, recuerda que Gonzalo Arteche fue uno de los socios fundadores del club en 1927, donde desempeñó importantes cargos como vocal, secretario y líder del Comité de Educación Rotariana.

"Tenía 50 años cuando ingresó a nuestro club, luego de cuatro años de haber llegado a Los Ángeles y de haber asumido como cura párroco. Algunos meses después de la fundación del club, el Cura Arteche se hacía cargo del Comité de Educación Rotariana. En tiempos actuales, sería el Facilitador de Aprendizajes (ex instructor del club), una delicada misión que exigía saber inglés" detalló.

Entre 1928 y 1930 se desempeñó como secretario del club bajo las presidencias de Carlos Guillón Compañón, cargo que comenzó a ejercer antes de lo previsto por la renuncia del secretario del período anterior. Además de su rol organizativo, sus habilidades diplomáticas fueron clave para superar dos graves conflictos internos que amenazaban con dividir al club en sus primeros años.

Gonzalo Arteche permaneció solo ocho años como socio activo del Rotary Club de Los Ángeles, pero su contribución fue tan significativa que el 4 de julio de 1934 el Directorio lo declaró Socio Honorario, distinción que, según las actas del club, fue la primera que se otorgó en su historia. 

El sacerdote falleció súbitamente el 26 de julio de 1952, a los 75 años. Sus funerales fueron profundamente sentidos por la comunidad local. Actualmente, está sepultado en el Cementerio Católico de Los Ángeles, donde permanece como un referente histórico de la ciudad.

EL HIMNO ROTARIO Y SU HISTORIA EN LOS ÁNGELES

Entre el 31 de marzo y el 1 de abril de 1928, en el Club de La Unión de Santiago, se realizó la Primera Conferencia del Distrito 64, un evento que reunió a 28 delegados y contó con la presencia del representante del presidente de Rotary International, James Roth. En esta instancia, se interpretó por primera vez en público el Canto Rotario, obra del presbítero Gonzalo Arteche, quien dedicó su creación al Gobernador del Distrito, Eduardo Moore Bravo.

Sin embargo, la composición ya había sido reconocida meses antes. En agosto de 1927, el Rotary Club de Los Ángeles felicitó al cura Arteche por su himno, acordando que sus primeros versos se cantaran en cada reunión ordinaria, y la pieza completa en encuentros especiales. Así, el Canto Rotario, obra del cura angelino, fue finalmente adoptado como Himno Oficial de Rotary en Chile, manteniéndose vigente y entonado en todos los clubes rotarios del país hasta hoy.

El Himno Rotario tiene la misma edad que el Rotary Club de Los Ángeles: 98 años. Arteche lo debió haber escrito entre marzo y junio de 1927, para luego distribuirlo a todos los clubes existentes. El año 2027 cumplirá 100 años.

Arteche creó, además, el himno del Liceo de Hombres y el de Antuco.

Fue socio del Cuerpo de Bomberos, Cruz Roja y Capellán del Regimiento. Participó activamente en el Círculo Español de nuestra ciudad.

Recibió en vida "La Gran Cruz de Isabel la Católica" del Gobierno de España y "La Medalla al Mérito" en el grado de Caballero, otorgado por el Gobierno de Chile.

El 6 de agosto de 2003, el Rotary Club de Los Ángeles apadrinó la creación del Rotary Club Gonzalo Arteche, homenajeando así al histórico sacerdote y rotario angelino. Dos décadas más tarde, durante el mes de marzo, se designó con su nombre la Sala de Directorio del edificio institucional recientemente reconstruido, reafirmando su sitial en la memoria colectiva de la organización.

En junio pasado, además, el Comité de Asuntos Legislativos del Distrito 4355 acogió una moción impulsada por el club local para declarar el 26 de julio como el Día del Himno Rotario. La propuesta será presentada a los otros dos distritos rotarios del país con el objetivo de instaurar la efeméride a nivel nacional dentro del calendario oficial del rotarismo chileno.

"ESTAMOS AL DEBE CON SU MEMORIA"

Al conmemorarse un nuevo aniversario del fallecimiento del sacerdote Gonzalo Arteche, el Rotary Club de Los Ángeles destaca su legado como fundador del club y figura esencial del rotarismo chileno. "Su aporte a nuestro club, al país y al mundo es invaluable. Claramente es un fundador del rotarismo en Chile", afirma Alex Arancibia Quintana, director del Comité de Membresía del club angelino, al reflexionar sobre la trascendencia del sacerdote en la historia de Rotary. Arteche no solo ayudó a consolidar la organización en sus primeros años, sino que también abrió camino para una integración más inclusiva y valiente.

Su legado simbólico también quedó grabado en música. El Cura Arteche es el autor del Himno Rotario, que fue adoptado oficialmente y entonado por clubes de todo el país hasta hoy. Arancibia destaca su significado profundo: "Su bello himno resume la esencia más prístina de los objetivos rotarios, que los supo captar muy tempranamente y compartir. Un himno es un símbolo. Sabía que los rotarios lo abrazarían y aglomeraría voluntades en pos del ideal de servicio. Sabía que unificaría, alegraría y que nos daría un fuerte sentido de pertenencia".

Rotarios de la época junto al cura Arteche / cedida
Rotarios de la época junto al cura Arteche cedida

A pesar de su enorme contribución histórica, aún no existen espacios públicos que lo conmemoren en la ciudad. "Ninguna calle o plaza de juegos de nuestra ciudad lo recuerda. Estamos al debe como club y bien podría ser esta una actividad centenaria, a gestionar con la municipalidad", propone Arancibia, apelando a la memoria colectiva y al reconocimiento de quien tanto dio por Los Ángeles, no solo desde el púlpito o el club, sino también a través de himnos que hoy siguen dando identidad a instituciones como el Liceo de Hombres, el pueblo de Antuco y el rotarismo nacional.

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