Arquitecta angelina llama a integrar la identidad local en el desarrollo urbano de Los Ángeles

A 14 años del tricentenario de Los Ángeles, la capital de la provincia de Biobío enfrenta una disyuntiva clave: cómo avanzar hacia el desarrollo urbano sin debilitar su historia y identidad. Frente al auge inmobiliario, la presión sobre zonas rurales y la falta de resguardo normativo de inmuebles con valor simbólico, la conversación sobre patrimonio ya no puede quedar relegada a una mirada nostálgica: exige políticas públicas, planificación estratégica y una comunidad activa.

Desde esa perspectiva, Gabriela León Ortega, presidenta del Colegio de Arquitectos Delegación Los Ángeles, en entrevista con Diario La Tribuna, abordó los principales desafíos que enfrenta la ciudad para preservar su memoria arquitectónica y natural. Lo hizo con una visión crítica, pero también con proyección: con énfasis en el rol que deben cumplir las autoridades, los instrumentos de planificación territorial y las nuevas generaciones que heredarán, y construirán, el rostro de la ciudad del futuro.

DEMOLICIÓN SILENCIOSA DEL PATRIMONIO

A medida que Los Ángeles se aproxima a su tricentenario, ¿cuáles considera que son los principales desafíos en materia de conservación patrimonial en una ciudad que ha crecido con rapidez?

Como arquitecta proyectista, soy testigo de que el profesional arquitecto no acude a tiempo cuando se ejecuta el primer paso de la construcción de una nueva edificación, que es el período de la demolición. Esto puede deberse a que se acude al profesional en un momento tardío, o, que se acude a profesionales de otras ciudades, en el caso de edificaciones más complejas. Esta situación no permite que se puedan tomar decisiones dirigidas a conservar la fachada o aspectos con valor patrimonial de la edificación existente. También se debe considerar que quien debe asumir los costos de preservación patrimonial son los propietarios de predios mayoritariamente privados y no entidades que se dediquen a la preservación. Por lo tanto, un desafío importante será otorgar incentivos permisológicos para que las personas escojan y/o les sea conveniente la preservación de aspectos patrimoniales antes de que su destrucción.

Desde el Colegio de Arquitectos, ¿cómo visualizan una estrategia sostenible para resguardar la identidad arquitectónica en los próximos años?

Como delegación hemos tenido la oportunidad de discutir aspectos de importancia en el contexto del cambio del instrumento de planificación territorial. La Ordenanza Local el día de hoy sólo nombra una vez la palabra "patrimonial", refiriéndose a las zonas de protección de valor natural o patrimonial cultural no edificables o de condición restringida de edificación. Entonces, el día de hoy las acciones están puestas en la restricción de edificación, pero no existen acciones en las zonas que sí son edificables donde existen aún edificaciones popularmente consideradas patrimoniales. El instrumento de planificación es por sí mismo un elemento de estrategia sostenible en el tiempo que puede llegar a resguardar nuestra identidad de patrimonio natural y/o construido.

EN DEFENSA DEL TERRITORIO

La profesional también destacó que la memoria urbana no se conserva solo desde los planos o desde las normativas legales, sino que también se construye a partir de la participación ciudadana y el reconocimiento del valor simbólico de espacios que forman parte de nuestra historia. En ese sentido, la arquitecta proyectista planteó que el resguardo patrimonial exige una alianza efectiva entre la comunidad, organizaciones y autoridades, especialmente en sectores donde se mantiene la identidad arquitectónica en fachadas, pero también en paisajes naturales y barrios tradicionales de la ciudad.

¿Qué rol deben asumir las autoridades locales y también la comunidad en este proceso de puesta en valor del patrimonio, especialmente en sectores históricos como el centro de la ciudad o las zonas rurales?

La comunidad escoge qué elementos de la ciudad son aquellos que nos otorgan identidad. En Los Ángeles han surgido colectivos, organizaciones y agrupaciones para poner en valor y defender aquello que no puede defenderse por sí mismo, como los humedales, esteros, arborizaciones y también edificaciones o poblaciones que son parte de la nostalgia y que construyen nuestra historia. El rol que debieran asumir las autoridades sería procurar que la comunidad sea escuchada y su opinión considerada en el momento de consulta ciudadana en el proceso de elaboración del nuevo instrumento de planificación. Así también, las autoridades deben procurar que esos requerimientos puedan conversar con el inevitable crecimiento de la ciudad, cuyos principales actores son las inversiones públicas y privadas.

IDENTIDAD CON SELLO LOCAL

No es necesario mirar muy lejos para encontrar buenas prácticas en conservación patrimonial. En la provincia de Biobío, experiencias como el Paseo Ferroviario de San Rosendo son reflejo de cómo es posible recuperar espacios históricos con sentido de identidad, pero también con proyección turística. Desde esta mirada, Gabriela León Ortega plantea que Los Ángeles tiene el potencial de seguir ese camino en el marco de su tricentenario.

¿Qué experiencias o buenas prácticas a nivel nacional o internacional podrían servir como referente para Los Ángeles en el marco del tricentenario?

Son varias las comunas en Chile que cuentan con una guía de Monumentos Históricos y Zonas Típicas, cuyas partes del recorrido se encuentran bien preservadas para los y las visitantes. Un ejemplo cercano y reciente de conservación histórica es el inicio de las obras de construcción del Paseo Ferroviario en San Rosendo, cuyo objetivo es la recuperación de este espacio público y salvaguardar el legado histórico, fortaleciendo así la identidad local y fomentando el desarrollo económico y cultural de la comuna. La ciudad de Los Ángeles está conformada por lugares de interés geográficos y arquitectónicos suficientes para interesar a sus habitantes y visitantes para que en el tricentenario la comuna sea un lugar de interés turístico desde la mirada extra comunal.

las nuevas generaciones tienen en sus manos la posibilidad de redefinir la relación con el entorno urbano y natural. Para Gabriela León Ortega, presidenta del Colegio de Arquitectos Delegación Los Ángeles, este grupo etario será clave en el resguardo y la proyección del patrimonio angelino, no solo como herencia, sino como una construcción viva que se transforma con su mirada y participación.

EL ROL DE LAS NUEVAS GENERACIONES

Para Gabriela León Ortega, las nuevas generaciones tienen en sus manos la posibilidad de resguardar y proyectar el patrimonio angelino, no solo como herencia arquitectónica, sino como construcción que conserve identidad con la capacidad de incorporar los nuevos desafíos asociados a la modernización urbana y la sostenibilidad ambiental, entre otros.

¿Cuál es el mensaje que usted entregaría a las nuevas generaciones sobre la importancia de conservar el patrimonio como base de la identidad angelina hacia el futuro?

Invitaría a las nuevas generaciones a recorrer la ciudad con otros ojos, centrando su atención en aquellos detalles arquitectónicos y en elementos que conforman la ciudad y que aparecen en el día a día. De esta manera, si somos más conscientes del entorno en que vivimos, lo podemos valorar y conservar de mejor manera. También los invitaría a imaginar nuevas soluciones en los espacios que ya existen, ya que también es deber de las nuevas generaciones crear nuevos espacios donde se fomenten intereses actuales, o crear nuevos hitos dentro de la ciudad según lo que hoy es más representativo para los habitantes jóvenes. En conclusión, invitaría a que se siga generando patrimonio en base a la identidad angelina, para que en el futuro sea vista y valorada por las futuras generaciones.