Descartan hallazgo arqueológico en piedras talladas con rostro humano cerca de San Carlos Purén

Las primeras informaciones que se divulgaron a través de las redes sociales, especialmente en plataformas como Facebook, advertían de una roca tallada con un rostro que podría corresponder a un vestigio arqueológico de la cultura originaria.

El hallazgo se realizó en el río Biobío, en las cercanías de la localidad de San Carlos de Purén. El lugar tiene mucha importancia en la historia nacional: esa una zona que fue parte de la frontera de la corona española y luego del Estado de Chile con la nación mapuche.

Por eso, en sus cercanías se encuentran los vestigios de un fuerte hispano que remonta a aquellos años particularmente convulsos en la época colonial. Aunque la fortificación está en condición de abandono, desde 1972 tiene la categoría de monumento histórico nacional, uno de los pocos lugares que tiene semejante reconocimiento patrimonial en Los Ángeles.

Algunos de los usuarios se apresuraron en solicitar gestiones al Consejo de Monumentos Nacionales para la protección de los rostros tallados en piedra. Otros hablaron de Kollón Kura (máscara de piedra) que representaba a muy antiguas tradiciones mapuches. Otras versiones apuntaban a vestigios de la cultura inca que alcanzó a llegar al río Biobío antes de tener que retroceder frente a la dura respuesta de los pueblos originarios instalados en la zona.

Al respecto, la respuesta especializada llegó de las mismas redes sociales. Específicamente del Fanpage Arqueología Urbana que precisó que si bien no se trata de una noticia falsa, tampoco se está en presencia de una pieza de carácter arqueológico.

El colega Pedro Andrade nos cuenta que esta pieza se encuentra en la ribera oriental del Biobio, cerca de San Carlos de Purén, señala la publicación.

También se corrobora su existencia con el antecedente que corresponde a un rostro antropomorfo tallado en la roca junto a la cual hay una serie de perforaciones verticales hechas en piedra (como una pared con piedras tacitas).

Sin embargo, inmediatamente a continuación señala que ambas son obras de un cantero del sector llamado Juan Díaz, que realizó las obras en la década del u201980 (en ambos casos es posible ver huellas realizadas con herramientas modernas).

Incluso, explica las razones por las cuales dicho artesano realizó ambas obras: él mismo ha expresado que fue para u2018despertar sentimientos en quien las veau2019.

Por tanto, se concluye que  esta pieza, ligada al ámbito artesanal o del arte popular, no es arqueológica porque el cantero existe y sigue realizando obras en el lugar. Incluso está su registro legal como cantero.

A raíz del alcance de la viralización de la publicación, el Fanpage Arqueología Urbana entrega una reflexión: Varias veces aparecen publicaciones que despiertan en la gente el legítimo derecho de proteger el patrimonio cultural pero se prestan para confusión, pues en Chile hay mucho desconocimiento en estos temas y desgraciadamente pocas instancias a las que preguntar.

Por lo mismo, sugiere es contactar instituciones que puedan aclarar el tema, por ejemplo museos locales, centros culturales, gente de arqueología o las mismas personas que viven en el sector conocen estas historias. No sólo para evitar difundir información errónea, sino porque la gente queda con la sensación de incumplimiento de la ley, impunidad, saqueo (para qué estamos con cosas, razones para pensar así sobran).

Todo lo anterior es corroborado por otra usuaria que una afirma que las piedras talladas se encuentran en un fundo de mi familia. Fue tallada por un artesano que hace algunos años hizo adoquines para el campo y nos la dejó como regalo.