Carabineros: una imagen de confianza destruida por la corrupción

El 29 de mayo del año 2008, Chile entero se estremecía. A las 14:13 hora de Panamá, el general director de Carabineros, José Alejandro Bernales de 59 años, realizaba un recorrido oficial en helicóptero, cuando la aeronave se estrelló contra un edificio. Once de los doce ocupantes murieron, transformando a este oficial, en el primer director de la institución que murió en el ejercicio su cargo, desde que se creara la institución.

Con nostalgia podemos recordar esos tiempos. La comunidad abrazaba a los carabineros en las calles, las comisarías recibían decenas de cartas con condolencias y los suboficiales y oficiales, se sentían más orgullosos que nunca de portar el uniforme de la institución creada en abril de 1927.

Nueva años han pasado y han bastado para que este respeto ciudadano hacia Carabineros se derrumbara por completo, tras el multimillonario fraude al interior de la institución y que ya haciende a los más de 26 mil millones de pesos, es decir, un monto en dinero que equivale a la construcción de 10 mega centros de inspección fitosanitarios como el construido en Cabrero, o 9 Centros Culturales como el que se levantará en Los Ángeles.

Hasta la fecha los formalizados suman más de 97 personas, acusadas de asociación ilícita, con el objetivo de sustraer fondos públicos, malversación de caudales públicos y lavado de activos, y ni siquiera sabemos dónde termina el desfalco.

No cabe duda que ese centenar de integrantes de la policía uniformada de nuestro país, provocó el desplome total de la confianza, la imagen internacional y la decencia de la institución de Carabineros.

Por lo mismo, es que la justicia debe llegar hasta el final y sancionar sin temor a los responsables de esta vergüenza. No debe importar si son de bajo rango o generales, quienes hayan ensuciado a Carabineros con las manos corruptas, deben pagar con cárcel y sus bienes, lo justo sería, que fueran incautados por completo para devolver el dinero robado.

Por culpa de un grupo de corruptos, nunca más la institución de carabineros recuperará el respeto de la ciudadanía, solo quedará la obvia actitud de someterse al respeto legal que le entrega la jurisprudencia sobre los demás, es decir, será una actitud forzada, pero no real y eso, no tiene perdón.

Lo lamentable, es que hay jóvenes que ingresan ilusionados con defender la patria y la seguridad de la población, basados en la honestidad y la probidad y que hoy deben exponerse a la decepción de la comunidad que engloba a todos los funcionarios en la misma conducta.