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El proyecto, que será ejecutado por la constructora Cristian Muñoz y Cía Ltda., contempla una inversión de 5.784 UF (más de 227 millones de pesos) y tiene como plazo de ejecución el segundo semestre de 2026.
Este plan piloto se enmarca en el Plan de Emergencia Habitacional y responde a la necesidad de diversificar las soluciones en zonas urbanas consolidadas en Chile.
El pequeño condominio, que constará de solo tres viviendas, está diseñado para familias vulnerables y con alto riesgo de exclusión social. La iniciativa se emplazará estratégicamente en un barrio patrimonial e histórico de Tomé, una ubicación de gran valor para la comuna.
La administradora municipal de Tomé, Marisa Maquiavelo, destacó la relevancia de encontrar terrenos adecuados, señalando que la necesidad habitacional es "algo bastante importante" y que ha sido una gran problemática encontrar sitios hábiles.
Explicó que los terrenos en Tomé suelen ser cerros o presentar problemas de remoción en masa, lo que hace "sumamente relevante" encontrar ubicaciones aptas en barrios consolidados.
María Luz Gajardo, directora del Serviu Región del Biobío, subrayó que el objetivo de este proyecto es "diversificar soluciones, innovar en la manera de trabajar y poder dar respuesta a las familias de acuerdo a las necesidades propias o distintas".
El diseño del condominio sigue la tipología DS49 y prioriza la convivencia comunitaria. Las viviendas son de dos niveles y cuentan con tres dormitorios, un patio exclusivo por unidad, y espacios comunes como estacionamientos y áreas verdes.
Con el fin de generar interacción, las unidades también incluyen un pequeño patio interior compartido, promoviendo el sentido de comunidad entre los residentes. Además, la construcción utiliza madera, lo que no solo reduce el impacto ambiental, sino que también contribuye a la eficiencia energética de las edificaciones.
El proyecto busca fortalecer las comunidades urbanas mediante soluciones habitacionales accesibles y sostenibles. También se ha considerado la movilidad peatonal, el acceso al transporte público y el diseño de áreas verdes tanto en el interior como en el antejardín.
Las beneficiarias del proyecto cuentan con subsidios habitacionales otorgados por el Serviu.
Melissa Velásquez, una de las beneficiarias, expresó su alegría por la ubicación del nuevo condominio: "estamos contentos porque es un buen lugar, tenemos accesibilidad de locomoción, tenemos escuela cerca, iglesia, negocio".
Señaló que la estabilidad es fundamental, especialmente para sus hijos, quienes "necesitan un lugar estable donde estar, que no tengan que andar de un lugar para otro" debido a los constantes cambios que implica el arriendo.
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