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Los trabajos de mejoramiento y modernización eléctrica realizados por la empresa Frontel están marcando un antes y un después en la calidad de vida de los vecinos de Quilaco. La empresa desplegó a más de 150 trabajadores para intervenir la infraestructura eléctrica en distintos puntos de la comuna, según informó el alcalde Pablo Urrutia.
La jornada, que contempló un corte programado de seis horas, permitió avanzar de forma significativa en la sustitución de cableado antiguo, el reemplazo de postes en mal estado y la mejora integral del tendido eléctrico en zonas clave como el centro urbano, Loncopangue, San Ramón y Rucalhue.
La inversión, según estimaciones del alcalde, supera los $500 millones y responde directamente a una solicitud impulsada por el Concejo Municipal frente a los constantes cortes de luz que afectaban a la comunidad.
Urrutia explicó que la intervención no solo mejora la vida cotidiana de las familias quilacanas, sino que permite seguir avanzando en obras que requieren mayor potencia eléctrica.
"Hemos construido más de 200 pozos en la comuna, todos con bombas eléctricas que necesitan funcionar de manera constante. También hemos iluminado sectores rurales que nunca habían tenido luz. Esta inversión era necesaria para sostener ese crecimiento", explicó.
El alcalde hizo hincapié en que la mejora eléctrica también influye en la seguridad, la conectividad, el desarrollo productivo y la vida comunitaria.
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