Agricultores de Biobío en alerta por disminución de deshielos al río Laja

Gran preocupación ha despertado en los agricultores de la zona, específicamente aquellos cuyas aguas de riego son administradas por la Asociación de Canalistas del Laja, la situación que se prolonga desde hace aproximadamente dos semanas, período en que han visto fuertemente disminuidos sus caudales de riego, con la consiguiente afectación en los cultivos.

Argumentan que dicha situación se ha producido por la disminución de los deshielos que abastecen el río Laja, haciendo insuficiente la disponibilidad de aguas para la actual demanda de riego.

Frente a este escenario es urgente implementar una operación de extracciones controladas desde el lago Laja, conforme a los convenios suscritos en los últimos años y con una distribución justa respecto de las superficies de riego entre los distintos canales que se abastecen del río Laja planteó el presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío, José Miguel Stegmeier.

En este sentido subrayó de manera enérgica que es imprescindible que la Dirección de Obras Hidráulicas de Ñuble, organismo encargado de regular la operación del sistema frente a la ausencia de una Junta de Vigilancia, entienda la urgencia de dar solución a esta situación por cuanto los daños que se pueden producir en los diversos cultivos y huertos por estrés hídrico, son irreparables.

A su juicio, el panorama actual es en extremo procupante, la demora en la solución correspondiente, obliga a Socabío a plantear al sr. intendente de la región del Biobío esta grave situación, para que, desde su condición de máxima autoridad regional, pueda interceder ante la Dirección Nacional de la DOH con el objeto de que instruya a la Dirección Regional, de tal manera que con una acción más proactiva, se implemente una rápida solución que resuelva este grave problema.

En conversación con diario La Tribuna, Stegmeier expresó esta experiencia extrema de retraso en la implementación de soluciones oportunas de situaciones críticas, hace que se extrañe aún más la falta de una Junta de Vigilancia para el río Laja, cuestión que hasta ahora se ha visto dificultada por conflicto de intereses defendidos con posiciones inflexibles, cortoplacistas y de carácter exclusivamente particular.