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El hecho ocurrió en el sector de Avenida Sor Vicenta con pasaje Millantue, donde transeúntes reportaron la presencia del animal llorando de dolor a un costado de la vía.
Una vecina, María Seijas, fue quien dio la alerta a través de redes sociales mientras realizaba labores de alimentación a gatos callejeros.
Gracias a la difusión, vecinos lograron contactar al veterinario Leonardo Rivas, quien acudió al lugar y brindó atención al can.
Sin embargo, las lesiones eran demasiado graves: el perro presentaba fracturas múltiples en tres de sus cuatro patas y un evidente cuadro de sufrimiento, por lo que tuvo que ser eutanasiado para evitarle más dolor.
Durante la mañana de este jueves, en conversación con Diario La Tribuna, surgieron nuevos testimonios de vecinos y transeutes del lugar, que apuntan a que el perro habría sido atropellado por un vecino del sector, quien conducía un furgón y se habría dado a la fuga tras embestirlo.
Según relatos de residentes —que prefirieron mantener su identidad en reserva por temor a represalias—, el hecho ocurrió frente al servicentro ubicado en Sor Vicenta, cuando el conductor salió de su domicilio sin advertir la presencia del animal.
"El perro quedó tirado, no se podía mover, lloraba de dolor. Nadie podía acercarse porque estaba muy asustado", comentó una vecina del sector.
El hecho provocó gran indignación entre los habitantes, quienes aseguraron conocen al autor de los hechos y también cuál es su domicilio, describiéndolo como un hombre violento y prefiriéndo mantener su identidad en resguardo por miedo a represalias.
No obstante, producto de la indignación del caso, presumiblemente alguno de los vecinos de lugar, habría apedreado la casa del autor del atropello, rompiendo los vidrios delanteros del inmueble, aparentemente en represalia.
El perro atropellado solía mantenerse gran parte del día a las afueras de uno de los domicilios de lugar.
Usualmente se encontraba acostado a las afueras del portón y en otras ocasiones se divertía ladrándole a los autos que transitaban por la ruidosa avenida Sor Vicenta, la que por muchos años fue su hogar y su patio delantero.
Transeutes que diariamente pasaban por el lugar lo saludaban y lo acariciaban al verlo con sus ojos aparentemente cansados y rojos por alguna enfermedad o simplementemente por la edad.
Este hecho se suma a los incontables hechos de violencia y maltrato animal que han ocurrido en la provincia de Biobío y Los Àngeles durante el presente año, donde se han visto desde atropellos hasta envenenamientos.
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