Crónica Ciudadana

Entre asados, cuecas y fondas familiares: Así se preparan los angelinos para las celebraciones

La Tribuna conversó con vecinos que compartieron sus preparativos para el 18. Al mismo tiempo, la Plaza de Armas se llenaba de público para la presentación escolar "Pañuelos al Viento" y los vendedores repartían una cantidad récord de 3 mil bolsas de palomitas, marcando el inicio de la previa dieciochera.

Entre asados, cuecas y fondas familiares: Así se preparan los angelinos para las celebraciones, Diario La Tribuna
Entre asados, cuecas y fondas familiares: Así se preparan los angelinos para las celebraciones / FUENTE: Diario La Tribuna

Septiembre partió con todo en Los Ángeles.

Este lunes, La Plaza de Armas ya se llenó de pañuelos blancos con la tradicional presentación de cueca escolar "Pañuelos al Viento", que convocó a cerca de mil personas. Y, como si eso no bastara, este martes, los palomeros locales repartieron más de 3 mil bolsas de cabritas al son de cuecas en pleno centro.

Con ese ambiente, el espíritu dieciochero ya se siente con fuerza, y algunos angelinos ya se encuentran afinando los últimos detalles para el fin de semana largo más esperado del año.

PREPARATIVOS: DEL MES DE AGOSTO A LA COCINA DEL 18

Algunos, como Alejandro Sáez, no dejan nada al azar: "Yo me preparo un mes antes. Ya estoy comprando todo desde el 15 de agosto", explica.

Sus preparativos incluyen desde banderas hasta comida, y asegura que solo en alimentación gasta cerca de 500 mil pesos en los días de celebración. "Se nota que los precios han subido. Antes la gente se compraba un traje nuevo y zapatos para ir a las ramadas, ahora apenas alcanza para lo justo".

Gladys también comparte su estrategia: "Por lo general, sí me preparo con anticipación. Tiene que comprar la carnecita con tiempo, si no después no nos queda carne. Y el trago es lo justo y necesario".

Otros prefieren un enfoque más relajado, como Elizabeth: "Uno va comprando a medida que encuentra las cosas, mejor no saber cuánto se gasta".

Evangelina San Martín, que trabaja vendiendo palomitas, asegura que para los comerciantes el 18 es una fecha especial: "Se disfruta más que se calcula. Es incalculable el gasto, pero vale la pena".

TRADICIONES QUE SE VIVEN EN FAMILIA

El 18 no es solo comida: es cueca, juegos típicos y fondas improvisadas en los patios.

Yesi, por ejemplo, explica cómo su familia organiza una pequeña fonda en la casa de su abuelita, con días dedicados a empanadas, anticuchos y palomitas: "Hacemos una pequeña fonda en la casa de mi abuelita y ahí hacemos juegos típicos y también celebramos. Todo se organiza en familia".

Gladys describe sus reuniones familiares: "Nos reunimos como familia, hacemos asaditos, empanaditas y compartimos. Salimos a la fonda bien poco, la verdad".

Alejandro, mientras tanto, combina la tradición con la seguridad: "Yo paso el 18 en la iglesia con mi familia. Antes íbamos a la fonda, pero hoy la juventud se ha empoderado de formas no muy buenas, así que preferimos lo tranquilo".

Otros angelinos sí prefieren salir: "Salimos con amigos y familia, vamos a dar una vuelta por las ramadas cercanas", dice otra vecina, reconociendo que aún disfrutan de los sabores y la música de la celebración.

FONDAS Y RAMADAS: LA POLÉMICA DEL CIERRE A MEDIANOCHE

La decisión de cerrar todas las fondas y ramadas a las 12 de la noche generó opiniones divididas. Para algunos, como Alejandro, es una medida necesaria para reducir desorden y delincuencia: "Por unos, pagamos todos. Mejor que cierren temprano".

Gladys coincide: "Bueno, es bueno porque después de ese horario ya es puro desorden. Está bueno pasarlo bien, pero hasta cierto horario".

Para otros, como una vecina que prefiere salir después de la comida familiar, el horario es demasiado restrictivo: "A esa hora recién uno termina el asado y sale a dar una vuelta. Es malísimo, corta la fiesta".

La medida se explica por seguridad: en 2024, solo en la región del Biobío se registraron 126 accidentes de tránsito durante Fiestas Patrias, con ocho fallecidos y 45 detenidos por conducir en estado de ebriedad. A nivel nacional, la cifra llegó a 54 muertos, lo que obligó a reforzar los controles y ajustar horarios de las celebraciones.

ASPECTO ECONÓMICO: AJUSTES Y NUEVAS PRIORIDADES

Los costos del 18 se sienten en todas partes. Entre carne, empanadas, bebidas y vestimenta, los angelinos se organizan de distintas formas. Algunos compran con anticipación y aprovechan ofertas desde mediados de agosto, mientras que otros van comprando sobre la marcha.

Gladys explica que se organizan con su familia para cubrir los gastos de este mes.

"Después de fin de mes hay que estar trabajando para cubrir los gastos, pero uno no tiene una cuota fija. Se disfruta, hacemos una cuota entre varias familias que nos juntamos en una casa".

Elizabeth lo resume: "Uno no se pone a contar, uno disfruta. Hay que disfrutar en familia y con amigos, aunque los precios estén altos".

Esa actitud refleja la realidad de muchas familias chilenas que buscan mantener las tradiciones pese a la inflación: el consumo de carne, vino y empanadas sigue siendo la prioridad, mientras que la ropa y accesorios para las ramadas pasan a un segundo plano.

EXPECTATIVAS: ALEGRÍA Y TRADICIÓN

Más allá de los gastos y restricciones, lo que prevalece es el espíritu familiar y la tradición.

"Para mí el 18 es tradición. Mi hija lo disfruta al máximo, se viste de huasita y baila cueca feliz. Con eso basta para estar contenta", dice Elizabeth.

Gladys también lo define claramente: "El 18 es mi mes". Los niños tienen su lugar en estas celebraciones: en las ramadas familiares, pequeños y nietos bailan cueca, compiten en juegos y se convierten en protagonistas de la fiesta.

"Se nota que los precios han subido. Antes la gente se compraba un traje nuevo y zapatos para ir a las ramadas, ahora apenas alcanza para lo justo"

Alejandro

"Para mí el 18 es tradición. Mi hija lo disfruta al máximo, se viste de huasita y baila cueca feliz. Con eso basta para estar contenta".

Elizabeth

"Nos reunimos como familia, hacemos asaditos, empanaditas y compartimos. Salimos a la fonda bien poco, la verdad".

Gladys

"Se disfruta más que se calcula. Es incalculable el gasto, pero vale la pena".

Evangelina

"Hacemos una pequeña fonda en la casa de mi abuelita y ahí hacemos juegos típicos y también celebramos. Todo se organiza en familia".

Yesy





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