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El sistema frontal de los días 14 y 15 de junio superó las proyecciones de daño habitacional en la región del Biobío, lo que obligó a reforzar el despliegue de equipos para completar 825 fichas hasta el viernes pasado.
Los equipos de Desarrollo Social, en conjunto con funcionarios municipales, han intensificado su trabajo en terreno para evaluar los daños sufridos por cientos de familias afectadas.
Las autoridades estimaban inicialmente que se requerirían entre 600 a 700 fichas FIBE en la región, pero la magnitud del evento superó con creces las proyecciones. No descartan que el número supere las 1.000 una vez finalizado el proceso de levantamiento de información.
En la provincia de Biobío se han aplicado y registrado en plataforma 119 fichas FIBE. Tucapel encabeza con 40 fichas completas, seguida por Negrete y Los Ángeles. Otras comunas con afectación relevante son Santa Bárbara, San Rosendo, Quilaco, Mulchén, Cabrero y Yumbel.
El impacto más severo se concentró en la zona costera, donde Talcahuano lidera la lista regional con 265 fichas aplicadas, seguido por Concepción con 120, Hualpén con 75 y Penco con 54.
La FIBE permite identificar el grado de afectación de la vivienda —desde leve hasta destrucción total— y otras variables críticas como composición del grupo familiar, necesidades especiales, redes de apoyo y condiciones de habitabilidad.
Este instrumento recopila información declarada por una persona mayor de 18 años del grupo familiar afectado por desastres naturales o antrópicos, lo que entrega una visión integral del estado de la vivienda y del entorno inmediato para establecer el tipo y nivel de ayuda correspondiente.
Entre los datos se incluye la dirección del hogar, el número y las características de sus integrantes, la existencia de personas en situación de discapacidad y la evaluación del daño sufrido por la vivienda y enseres.
Los beneficios derivados del proceso pueden ir desde ayudas materiales inmediatas hasta subsidios de reparación o reconstrucción, dependiendo de los resultados de la ficha y del tipo de emergencia.
La FIBE se aplica a personas y grupos familiares afectados por emergencias, desastres o catástrofes como incendios forestales, inundaciones o aluviones, siempre que la emergencia esté controlada.
Funcionarios públicos capacitados y autorizados por la Subsecretaría de Servicios Sociales del Ministerio de Desarrollo Social y Familia aplican la ficha, en coordinación con los municipios afectados.
Las autoridades llamaron a colaborar con servicios públicos y organizaciones comunitarias para acelerar el levantamiento y asegurar una respuesta oportuna y eficaz.
Desde el ministerio recalcaron que estas emergencias demandan planificación a largo plazo, por lo que analizan medidas complementarias para la rehabilitación de zonas afectadas y el fortalecimiento de planes de prevención y mitigación frente a futuros eventos extremos.
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