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Su madre, Ruth Cifuentes, denunció públicamente lo que considera que fue una larga cadena de negligencias médicas que impidieron que su hijo —quien cursaba su último año de universidad— recibiera la atención adecuada pese a presentar síntomas graves como fiebre alta, malestar general y dolores estomacales.
Todo comenzó el 23 de abril, cuando Francisco presentó un fuerte malestar general y fiebre de 42°. Fue llevado al Cesfam 2 de Septiembre, pero fue enviado de vuelta a casa sin exámenes ni observación prolongada, según relató su madre.
La situación empeoró rápidamente. El viernes 26, ante la persistencia de los síntomas, acudieron a urgencias. Allí les indicaron que no era un caso prioritario y que debían dirigirse al SAR Norte. Luego de esperar más de cuatro horas, Francisco no fue atendido.
"Con el frío y todo, mi hijo solo quería estar en casa y lo devolvimos", relató la madre
El sábado 27, Francisco ya no podía caminar. Al día siguiente fue llevado nuevamente al SAR Norte, esta vez con taquicardia. Le realizaron un electrocardiograma, pero cuando la madre solicitó exámenes de sangre, el médico se negó y diagnosticó una simple gastroenteritis.
El lunes 30, la salud del joven se agravó drásticamente: tenía dificultad para respirar. En urgencias le asignaron una pulsera roja —de prioridad máxima— pero aun así esperaron dos horas para atenderlo. 9Esta vez, tras la insistencia de la madre, finalmente le realizaron los exámenes. El diagnóstico fue claro y alarmante: hantavirus.
Francisco fue trasladado de urgencia al hospital de Talcahuano, donde llegó en estado crítico, con solo un 10% de sus signos vitales activos. Logró sobrevivir, pero el virus ya había causado un grave daño en su cuerpo.
Desde Talcahuano fue derivado nuevamente a Los Ángeles con una orden médica clara: amputar cinco dedos del pie. Pero en el hospital angelino, según denuncia la familia, no se cumplió con el procedimiento a tiempo.
La demora derivó en la necesidad de amputar toda la pierna. Al día siguiente comunicaron que también debía amputarse la otra pierna. Ambas intervenciones se realizaron, pero el daño ya era irreversible.
"Trataron de seguir amputando el cuerpo de mi hijito, pero él ya no resistió. Murió este 2 de junio", expresó la madre en su testimonio.
La mujer hizo un llamado urgente a la comunidad: "En esta zona está presente el hantavirus, y aún así en los centros de salud no hacen el examen ante los síntomas, aunque en verano llenen los consultorios con afiches de prevención. Por favor, exijan sus derechos".
Al hacerse pública la denuncia, Diario La Tribuna se contactó con la DCS de Los Ángeles para conocer la respuesta ante este caso.
Además, indicaron que tras conocerse la información sobre el caso la directora comunal de Salud, Marta Aravena, instruyó "inmediatamente la realización de los procedimientos administrativos correspondientes".
Aseguraron que la falta de protocolos y la atención recibida por la familia afectada "no representa en absoluto nuestra visión, nuestra misión ni nuestros valores como institución".
Desde el área de comunicaciones del Complejo Asistencial Dr. Víctor Ríos Ruiz se refirieron al caso afirmando que como centro de salud "lamentan profundamente el fallecimiento del usuario".
Aseguraron que recibieron "una solicitud en la Oficina de Información, Reclamos y Sugerencias (OIRS) del complejo por parte de la familia, la cual se encuentra en proceso de investigación".
No obstante, por tratarse de un sumario administrativo, afirmaron no poder "proporcionar más detalles en este momento. Sin embargo, la respuesta a la solicitud de la familia será entregada dentro de los plazos legales establecidos".
El recinto aseguró que por tratarse de un caso de hantavirus, es la Secretaría Regional Ministerial de Salud la que estaba a cargo de las investigaciones correspondientes sobre los casos de epidemiología.
Por su parte, la Seremi se refirió al tema asegurando que efectivamente están a cargo de las investigaciones que se refieren a la prevención de la infección, por medio de un seguimiento de los lugares que visitó el paciente, con quienes tuvo contacto y el origen del virus. Sin embargo, descartaron tener poder de acción sobre la atención de los pacientes con este diagnóstico.
Respecto al caso, por temas de confidencialidad, ya que existe una investigación en curso, se abstuvieron de entregar información sobre el afectado.
No obstante, revelaron que efectivamente en Los Ángeles se detectó un caso de hantavirus de una persona de 23 años que ingresó el 23 de abril al Hospital Base de Los Ángeles. El 25 se realizaron los análisis y el 29 del mismo mes se obtuvo el diagnóstico positivo de hantavirus. Las fechas que coinciden con la denuncia publicada por la madre.
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