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El Santuario de Oración de Yumbel fue el epicentro de la masiva peregrinación que el día sábado concentró a más de 300 mil personas que acudieron a "pagar sus mandas" a San Sebastián.
La jornada comenzó a la medianoche del sábado con misas celebradas en diferentes horarios, marcando el inicio de una conmemoración tradicional que se repite cada 20 de enero.
Con motivo de la masiva llegada de personas a la comuna santuario se implementaron operativos para garantizar el orden en la zona y asegurar los desplazamientos de los peregrinos que continuaron llegando incluso hasta el domingo.
En entrevista con diario La Tribuna, el mayor Gary Ferrada, comisario de la Quinta Comisaría señaló que el plan de contingencia se mantendrá activo hasta que la situación se normalice en Yumbel, con un balance preliminar positivo.
La festividad de San Sebastián no solo congrega a los habitantes de la provincia de Biobío, sino que atrae a peregrinos de todos los rincones de Chile. ¿Cuál es el motivo que impulsa a los peregrinos? La respuesta radica en la arraigada tradición que lleva a muchas familias a acudir todos los años al Y santuario.
La peregrinación se ha transformado en una tradición, donde los fieles viajan para cumplir con una manda, expresando así su profundo agradecimiento y devoción a San Sebastián. La tradición de pagar mandas en agradecimiento por las bendiciones es un compromiso entre los peregrinos y el santo. Este acto de fe es la razón que motiva a personas a desplazarse desde lugares remotos hasta el Santuario.
Aunque los motivos varíen entre los peregrinos, la devoción y el agradecimiento a San Sebastián son los elementos comunes que unen a la mayoría de los asistentes.
Las historias de sanaciones y favores concedidos se unen, lo que se refleja en los rostros de quienes llegan al santuario. La conexión espiritual trasciende las distancias geográficas, uniendo a los peregrinos en un propósito compartido: Honrar a San Sebastián y expresar gratitud.
En este contexto, la festividad se convierte no solo se refleja como un evento religioso, sino como un vínculo profundo entre los creyentes y su santo patrono.
Este año, a diferencia de los anteriores marcados por la crisis sanitaria por Covid, aumentó la cantidad de visitantes provenientes de distintos lugares del país.
Monseñor Bernardo Álvarez, administrador diocesano de la Arquidiócesis de Concepción tras oficiar la misa principal en la mañana del sábado destacó la devoción de los peregrinos y se mostró emocionado de presidir la ceremonia religiosa, en la comuna santuario, donde por diez años realizó labores sacerdotales. "Estoy muy feliz de haber tenido esta hermosa jornada. El mensaje principal, para nosotros es valorar el don de la piedad popular (...) que además transciende en los distintos lugares de Chile... Invitamos a los hermanos y hermanas a ser luz en medio de sus ambientes".
Además, agregó que, "me emocioné cuando estaba partiendo la ceremonia, porque fui sacerdote por diez años acá en Yumbel... y esto me llenó de gozo, alegría y emoción, el recuerdo de los diez años que pude estar aquí en el Santuario"
En tanto, monseñor Felipe Bacarreza, obispo de la Diócesis Santa María de Los Ángeles, destacó el origen de la festividad religiosa, "estamos celebrando a un mártir, que dio su vida por Cristo".
Asimismo, agregó que, "debemos dar testimonio a Cristo, como lo dio San Sebastián dando su vida, porque en este momento, en la sociedad chilena está muy ausente de la creencia religiosa... los efectos se están viendo y estos son de muerte. Donde no está Dios está la muerte, porque es el Dios de la vida".
"Nosotros estamos inmersos en una sociedad sin Dios y si queremos conservar la Fe el único modo es el día del señor... En la medida que eso prospere y crezca va a crecer todo lo que estamos viendo, que falta y falta mucho".
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