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En busca de compartir el mensaje, la misión y visión de la Congregación de Don Orione presente en 34 países alrededor del mundo, llegaron hasta Los Ángeles dos representantes de esta. Directamente desde el continente europeo, los padres Mauricio Macchi y Fernando Fornerod, compartieron en diferentes instancias con la comunidad angelina, realizando visitas de vinculación con quienes forman parte de la congregación a nivel local.
En conversación con diario La Tribuna, cuentan que son 290 ciudades en todo el globo en las que están presentes; estas mismas, son regidas por un Consejo General (a modo de gobierno central) que tiene su sede principal en Roma. Está compuesto por seis personas, siendo uno de ellos el antes mencionado padre general, quien es de nacionalidad brasileña; un sacerdote de Costa de Marfil, dos italianos además de Macchi y un argentino: Fornerod.
Debido a la extensa labor de realizar estas visitas periódicas en todo el mundo, es que han debido repartirse entre estos seis eclesiásticos las diferentes ciudades. Este consejo se mantiene durante seis años, entre los que el director general debe realizar estos viajes en cada una de las comunidades. "Le es imposible hacerlo personalmente, así que delega esta hermosa tarea. Los objetivos de esta visita, que precisamente acontecen cada seis años es tener un contacto personal con los religiosos, conocer sus realidades, necesidades, sueños, proyectos y también crecer en la unidad de la familia" señaló el padre Fornerod. Esta, está compuesta aproximadamente por unos 800 miembros activos, que se ven en la necesidad de tener espacios de comunión.
El sacerdote Mauricio Macchi, por ejemplo, había pasado por una experiencia similar, al participar de la misma tarea en Jordania y en el caso del padre Fornerod, estuvo trabajando para la comunidad en India.
La presencia de los religiosos fue articulada: "Acá en Los Ángeles tenemos obras educacionales, parroquiales, asistenciales, institucionales y otras fundaciones que por ejemplo, trabajan con los chicos con problemas judiciales. Estos diferentes servicios e instituciones viven con el espíritu de la caridad, no entendida como una especie de "dar algo", sino como "darse algo". Personalmente crear un vínculo con las personas para nosotros es muy importante, nos ayuda a crecer individualmente y como sociedad" recalcó el religioso argentino.
Durante estas jornadas de trabajo visitaron el Colegio Don Orione, visita que simbólicamente coincidió con la celebración del Día del Profesor en el establecimiento educacional. "Acabamos de llegar del Centro Kitralhue y vamos a vivir el fin de semana aquí en la Parroquia Perpetuo Socorro y después también en el hogar. Estamos muy felices porque el espíritu de Don Orione está presente en esta ciudad".
Cuentan que la recepción de los angelinos ha sido muy buena, y que "los chilenos somos muy buenos anfitriones". Se han sentido como en casa y aprovecharon la oportunidad de la entrevista para agradecer a la comunidad por su amplio y buen recibimiento: "Sentimos viva la presencia de Don Orione, que se vuelve servicio, ayuda y nos enriquece como religiosos. Estos días han sido muy lindos".
Al preguntar a los miembros de la congregación acerca de la situación actual del país y las tensiones a nivel político, social y cultural, señalan que desde la perspectiva de la religión y en su experiencia personal, "una comunidad crece en unidad si hay un sueño común. Teniendo este, es decir, lo que nuestros padres y madres nos dieron la patria, nos ayuda a después conseguir este sueño desde caminos diferentes. Complementarlos en armonía, es aburrido hacer todo de la misma forma. Vamos a rezar y la forma de hacer un Chile grande es que este mismo sueño sea grande; y así nos permita a todos participar y construir para hacer realidad estos anhelos de vías diferentes, pero que se unan en un objetivo común".
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