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Sector lácteo chileno proyecta una recuperación y crecimiento de 7,5% para 2025 tras diagnóstico integral

Gremios presentaron el informe "Sector Lácteo Chileno: Diagnóstico de su Evolución Reciente y Perspectivas", que revela una transformación estructural tras una década en que la producción creció solo a un 0,4% anual. En la actualidad, se proyecta una expansión de 7,5% para fines de 2025 impulsada por mejoras en la gestión empresarial, la innovación tecnológica y la institucionalidad fortalecida.

El diagnóstico revela que en 2023 el 76,5% de la leche recibida en plantas provino de solo 677 productores, con volúmenes superiores a 1,5 millones de litros anuales, lo que evidencia concentración.
El diagnóstico revela que en 2023 el 76,5% de la leche recibida en plantas provino de solo 677 productores, con volúmenes superiores a 1,5 millones de litros anuales, lo que evidencia concentración. / FUENTE: Consorcio Lechero

El sector lácteo chileno proyecta una recuperación sustancial para 2025, con un crecimiento de la producción primaria cercano al 7,5%, tras una década de bajo desarrollo productivo marcada por el aumento explosivo del consumo doméstico y el retorno del país a la condición de importador neto desde 2014, según reveló el estudio presentado por el Centro de Información del Sector Lácteo (CIL).

La entidad emisora, conformada por el Consorcio Lechero, la Asociación de Exportadores de Productos Lácteos (Exporlac) y Federación Nacional de Productores de Leche (Fedeleche), con el apoyo de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales de la Pontificia Universidad Católica de Chile y la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), identifica brechas de competitividad y sienta las bases para una nueva hoja de ruta público-privada que potencie el valor agregado y el mercado interno.

ANÁLISIS RETROSPECTIVO

El diagnóstico analizó el desempeño del rubro frente al plan estratégico 2010-2020, que aspiraba a un alza anual del 5%. No obstante, la realidad mostró que entre 2014 y 2024 la producción efectiva aumentó solo un 0,4% cada año en volumen, lo que representa un 3,9% acumulado en 10 años.

Si se ajusta por contenido de sólidos, como grasa y proteína, el incremento acumulado sube al 10%, equivalente a un 1% anual, lo que refleja una respuesta positiva de los productores a los nuevos incentivos de pago de la industria.

Paralelamente, el consumo doméstico aumentó a una tasa del 4,2% cada año, impulsado por el aumento de la población y un incremento del consumo per cápita, que alcanzó los 140 litros anuales, con peaks de 160 litros durante la pandemia.

Esta brecha entre oferta y demanda interna provocó que las importaciones aumentaran aceleradamente, pasando de US$73 millones en 2010 a un récord de US$460 millones en 2021. Aunque las exportaciones disminuyeron inicialmente, se han logrado estabilizar entre el 10% y 13% de la disponibilidad aparente.

FACTORES DETERMINANTES

La desaceleración no es un fenómeno aislado, sino que coincide con la ralentización general de la economía chilena desde 2014. Entre los factores transversales se encuentran el alza de impuestos corporativos, mayores costos laborales, escasez de mano de obra calificada y menor certidumbre jurídica.

Específicamente en la lechería, el cambio climático ha jugado un rol crítico debido a la disminución de precipitaciones y sequías estivales en el sur, lo que ha obligado a realizar inversiones en sistemas de riego y elevar los costos operacionales por el consumo eléctrico.

Otras causas son el alza en el precio de insumos como fertilizantes y concentrados —acentuada por la pandemia y el conflicto en Ucrania—, las exigencias medioambientales y la complejidad de la sucesión generacional en empresas familiares, que representan la mayoría de la producción nacional.

Según encuestas a productores, las normativas ambientales y la disponibilidad de trabajadores son percibidas como los problemas más importantes hoy.

CONCENTRACIÓN DE PRODUCTORES

A pesar del bajo desarrollo en volumen, el rubro ha vivido una modernización significativa. Se observa una tendencia a la concentración: el número de productores disminuye a una tasa del 3% cada año, similar a lo que ocurre en países exportadores líderes como Alemania o Francia.

En 2023, el 76,5% de la leche recibida en plantas provino de solo 677 productores, con producciones superiores a 1,5 millones de litros anuales.

El potencial futuro se concentra en las regiones de Los Ríos y Los Lagos, donde los sistemas pastoriles permiten costos competitivos, lo que sitúa al sur de Chile dentro del 30% de los países con menores costos a nivel mundial.

Los expertos coinciden en que es factible incorporar más de 100.000 nuevas hectáreas, lo que permitiría un desarrollo sostenible de 2% a 3% cada año en el largo plazo. Además, la industria ha avanzado en calidad microbiológica, bienestar animal e inocuidad, para consolidar atributos que diferencian la leche chilena en los mercados internacionales.

Perspectivas para 2025

Para el cierre del año vigente, el gerente de Fedeleche, Carlos Arancibia, proyectó un escenario optimista con una producción sustentada en aproximadamente 2.300 predios y un rodeo de 410.000 vacas.

La industria formal procesa el 95% de la leche y la destina principalmente a quesos (40%), leche en polvo (24%) y leche fluida (18%). En el ámbito externo, se observa un repunte exportador hacia mercados como Estados Unidos, México, Emiratos Árabes y Brasil.

El diagnóstico concluye con la necesidad de implementar una hoja de ruta liderada por el CIL y la Comisión Nacional de la Leche. Los ejes estratégicos incluyen el fortalecimiento de la producción primaria, la innovación tecnológica —incluyendo inteligencia artificial—, la capacitación del capital humano y la promoción del consumo interno para alcanzar las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) de 180 litros per cápita.




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