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El progreso silvoagropecuario de la provincia del Biobío ha sido históricamente impulsado por la visión de sus antecesores y las condiciones geográficas privilegiadas. José Miguel Stegmeier, presidente de la Sociedad Agrícola de Biobío (Socabio), destaca que las obras de canalización continúan siendo, hasta hoy, el sustento fundamental del desarrollo agropecuario regional, lo que ha atraído a importantes capitales agroindustriales y consolidado a la zona como líder en producción forestal a nivel nacional.
Sin embargo, el dirigente gremial enfatiza que la proyección futura de este sector si bien es prometedora, está intrínsecamente ligada a la implementación efectiva de políticas públicas que aseguren un progreso sostenido y sustentable, desde la infraestructura hídrica y logística hasta la urgencia de contener el incremento de la delincuencia rural.
Para Stegmeier, el punto de inflexión del gran auge agrícola en la provincia fue la implementación del riego a gran escala. "La visión estratégica de los antecesores fue fundamental, ya que sus liderazgos permitieron concretar vastas obras de canalización que desvían agua de distintos ríos y esteros, logrando regar miles de hectáreas", explicó.
El presidente de Socabio resalta que estas estructuras históricas no son reliquias del pasado, sino que siguen siendo la base operativa que sustenta el desarrollo agropecuario actual de la zona. "El liderazgo de quienes impulsaron estas obras hidráulicas tempranas es un testimonio de la importancia de la planificación a largo plazo en el sector", agregó.
La masificación del riego no solo transformó la capacidad productiva de los campos, sino que también actuó como un imán para la inversión agroindustrial. Stegmeier explica que esta infraestructura hídrica facilitó la llegada de importantes capitales, lo que se tradujo en la construcción de emblemáticas plantas productivas.
Las perspectivas para el futuro del sector se apoyan firmemente en lo ya construido. Stegmeier detalla que el potencial se ve reforzado por las características inherentes a la zona: favorables condiciones climáticas, geográficas y la calidad de los suelos.
Un factor esencial es la disposición de agua, abundante tanto en fuentes superficiales como en napas subterráneas. Sin embargo, el dirigente advierte que "todas aquellas potencialidades que evidentemente tenemos se podrán desarrollar en plenitud si realmente existen las políticas públicas que permitan este progreso de manera sostenida y sustentable".
Stegmeier detalla una serie de acciones concretas necesarias en infraestructura y gestión. En primer lugar, es crucial la construcción de embalses que aseguren el recurso hídrico a largo plazo. Luego, se requiere mejorar la conectividad vial, mientras que un tercer punto guarda relación con aumentar la capacidad de los puertos regionales para manejar un mayor volumen de exportación de alimentos provenientes del agro.
Además de la infraestructura física, el presidente de Socabio apunta a la necesidad de políticas públicas de atracción de inversiones, las cuales deben ir de la mano con modelos de aprobación de proyectos más ágiles y expeditos.
Finalmente, enfatiza la importancia de las inversiones públicas orientadas al mundo rural. "Estas inversiones son necesarias para mejorar sustantivamente la calidad de vida de las personas que residen y trabajan en la ruralidad, lo que a su vez impactará positivamente en la productividad y retención de talento", señaló.
Si bien la infraestructura y las inversiones son cruciales, Stegmeier señala que existe un factor limitante que hoy impide el desarrollo normal de las actividades silvoagropecuarias: la seguridad.
"Es absolutamente necesario garantizar la seguridad en el sector rural. Actualmente, uno de los principales factores que están obstaculizando el trabajo cotidiano de quienes participan en estas actividades es el enorme incremento de delitos rurales de diversas naturalezas", concluyó.
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