"Esta fecha fortalece a la institución y al país"

Una década ha pasado desde la tragedia de Antuco, y ayer lunes se realizaron diversos actos conmemorativos. La primera ceremonia se efectuó a las 9 de la mañana en el memorial a los mártires de Antuco, ubicado en avenida Alemania en Los Ángeles. En el lugar, diversas instituciones y autoridades de gobierno, así como la organización que agrupa a los familiares de los fallecidos en la tragedia, depositaron ofrendas florales en homenaje a los 45 soldados que marcharon y cayeron por el viento blanco el pasado 18 de mayo de 2005.

Unas horas después se realizó el acto conmemorativo en el Regimiento Reforzado número 17 de la comuna angelina. En la oportunidad estuvo presente el ministro de Defensa, José Antonio Gómez, junto al intendente de Bío Bío, Rodrigo Díaz, y diversas autoridades militares.

En la ocasión, Gómez explicó que estaba en representación de la Mandataria. “A nombre de la Presidenta Michel Bachelet he venido al regimiento reforzado acompañando a las familias y al Ejército conmemorando los 10 años de esta terrible tragedia, y que demuestra también la fortaleza y la capacidad de recuperación que tiene nuestro Ejército”.

De igual forma, manifestó sentirse honrado por la oportunidad. “Estoy muy agradecido de poder estar en estos minutos como comandante en jefe, con los miembros del Ejército, así como con la familias, para conmemorar este aniversario”.

Cabe señalar que a la ceremonia no ingresaron ex sobrevivientes de la tragedia, debido a sentirse excluidos y discriminados al no recibir suficiente apoyo del Estado.

Consultado por esta situación, el ministro de Defensa indicó que está en conocimiento  de las demandas de los sobrevivientes. “Los antecedentes que hemos recogido de esta tragedia, y cómo se ha tratado el tema, el Ejército ha hecho muy importantes esfuerzos por resolver la situación de la familia, los temas pendientes los vamos a escuchar, los vamos a recibir, y veremos si podemos buscar soluciones”.

Sobre las rectificaciones de procedimientos realizados al interior del Ejército debido a la tragedia, Gómez explicó que “sin duda, 10 años atrás, la situación era muy distinta. El Ejército ha hecho una serie de conexiones. Hay mecanismos tecnológicos, situaciones que se han corregido, fue una experiencia dolorosa que ayuda a corregir errores que se hayan cometido en ese momento”, concluyó.

Por su parte, la presidenta de la Agrupación de Amigos y Familiares de las víctimas de Antuco, Angélica Monares, evidenció que aún no reciben respuesta en materia de salud por parte de autoridades de gobierno.

Una vez finalizada la ceremonia, en el patio del regimiento angelino se inauguró un memorial con el nombre de los 45 fallecidos.

MANIFESTACIÓN PACÍFICA

Una treintena de ex conscriptos sobrevivientes llegó hasta las afueras del regimiento para desarrollar una manifestación pacífica denunciando completo abandono por parte del Estado.

En lainstancia, acusaron promesas incumplidas por parte de las autoridades de gobierno, por lo que solicitan una audiencia con la Presidenta Michelle Bachelet para exponer su situación y exigir una pensión vitalicia.

Uno de los supervivientes, Gino Tassara Castillo, explicó que se sienten abandonados. “La mayoría de nosotros tiene dolencias físicas y estamos con problemas sicológicos. El apoyo de la Presidenta ha sido nulo”, acusó.

El afectado agregó que lo que esperan en primera instancia es tener una reunión con la Mandataría. “Queremos que un par de soldados se reúnan con ella, y así poder expresarle lo que sentimos, cómo es nuestro día a día, porque nos sentimos abandonados”.

Aclaró que no sólo tiene problemas físicos. “Muchos no podemos dormir y durante esta fecha el tema se agudiza. Podríamos decir que muy pocos han recurrido a ayuda médica o han seguido algún tratamiento para sus trastornos físicos o sicológicos, ya que son muy caros, sólo aguantamos, soportamos, pero ya no podemos seguir así”, sentenció.

Cabe destacar que los mismos ex soldados que se manifestaron fueron los que recientemente, el sábado, desarrollaron una marcha simbólica en los faldeos del volcán Antuco.