Googlear, Whatsappear y Twittear

No vaya a ser que sin una correcta evaluación termine Googleando sin encontrar lo que busca, Whatsappeando mensajes sin sentido o Twitteando opiniones que no representan realmente sus ideas.

 

En 1998, cuando internet recién había pasado sus 25 años, dos estudiantes de la universidad de Stanford crearon como proyecto universitario una plataforma de búsqueda que llamaron Google.

Menos de diez años después, en 2006, casi por accidente fue lanzada la primera versión de Twitter.

Y así, en 2009, un ucraniano llegado a Estado Unidos en la década del 90, creó una aplicación llamada WhatsApp.

En los últimos 20 años la tecnología ha generado cambios muy significativos, no sólo en la forma de realizar nuestras labores diarias, sino que ha impactado en la comunicación en entornos de negocio, entornos sociales e incluso en nuestras familias, generando cambios de comportamiento e incluyendo nuevas palabras en nuestro vocabulario.

Cambios importantes han debido realizarse en el ámbito laboral, como por ejemplo la privacidad de los correos electrónicos que, aun cuando sean enviados o recibidos en el correo de la empresa, su contenido pertenece al ámbito privado del trabajador. Otro ejemplo es el dolor de cabeza que ha significado el teletrabajo para poder adaptar la ley laboral, con iniciativas que duermen en el Congreso, y tener la flexibilidad necesaria para trabajar desde los hogares.

También se han requerido cambios en la familia las que, al ver invadidos los espacios de conversación o de compartir por la irrupción de los mensajes de WhatsApp, han debido implementar medidas como cajones o canastillos especiales para guardar los Smartphones a la hora de almorzar.

El quiebre generado por el rápido avance de la tecnología nos ha empujado a cambiar nuestro comportamiento o la forma en que hacemos las cosas sin tener tiempos para detenernos a evaluar los costos y beneficios de estos cambios.

Sin duda el correo electrónico mejoró la comunicación entre las personas en el trabajo y la familia. Es evidente que los padres se sienten más tranquilos cuando sus hijos salen con teléfono y pueden enviar un mensaje para avisar alguna demora. También es bueno que existan plataformas como Facebook que permitan reencontrarse con viejos amigos o alternativas de comunicación que democraticen la opinión pública como Twitter para tener un país más pluralista, pero no podemos olvidar que la tecnología es para facilitar la vida y no para generar nuevas presiones.

Es por esto que antes de implementar una nueva tecnología se debe hacer una correcta evaluación de la realidad del entorno, revisar si será posible administrarla y sacarle provecho a la inversión realizada, analizando los procesos y si cuenta con el personal necesario que cuide y entienda el objetivo que se busca.

No vaya a ser que sin una correcta evaluación termine Googleando sin encontrar lo que busca, Whatsappeando mensajes sin sentido o Twitteando opiniones que no representan realmente sus ideas.