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La Tribuna

Fentanilo: cómo actúa, cuándo se receta y por qué su abuso preocupa a la salud pública

por María José Villagran Barra

"Ninguna de las más de mil 700 personas que se encuentran en tratamiento en la actualidad presenta consumo problemático ni experimental de fentanilo en el Biobío" afirmó Bayron Martínez, director regional del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol.

Fentanilo / referencial

El fentanilo es un fármaco cuyo uso está sumamente restringido en el país; es un opioide sintético perteneciente a la misma familia de la morfina.

A modo de contexto, la doctora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, Jésica Zúñiga, explicó que uno de los grandes problemas de la humanidad clínica ha sido tratar de calmar el dolor, producir una analgesia y una sedación lo suficientemente buena como para que el paciente se sienta en buenas condiciones.

"La morfina cumplía esa función hasta hace algunos años atrás, pero se requería una medicación que fuera más fuerte porque tenemos pacientes, por ejemplo, oncológicos que tienen dolores severos, dolores que requieren mecanismos paliativos y el fentanilo cumple esa función".

Doctora de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Talca, Jésica Zúñiga.

El fentanilo es aproximadamente 100 veces más potente que la morfina, por lo que la idea es utilizarlo como un agente energético que calme el dolor y que permita sedar al paciente para que así, en el fondo, no esté sufriendo.

¿EN QUÉ CASOS SE UTILIZA Y EN QUÉ CONDICIONES?

El uso de fentanilo en Chile se encuentra estrictamente regulado y su administración está restringida al ámbito clínico. "Los pacientes no pueden acceder de manera libre y voluntaria al fentanilo si no han pasado por una comisión médica, por un análisis del mecanismo, en fondo, del tipo de dolor que tienen porque existen drogas que igual son fuertes, pero no tan potentes", explicó la experta.

Asimismo, agregó que -en Chile- el uso del fentanilo se encuentra estrictamente vinculado a los sistemas de cuidados paliativos y requiere la intervención de un comité especializado. Es este equipo el que evalúa cada caso y determina si el paciente necesita el medicamento en formato inyectable o en parches —estos últimos, los más comunes en el país—, aplicando la dosis conforme a los criterios de la escala de dolor de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Solo cuando el dolor alcanza niveles extremos se activa el protocolo para el uso de fentanilo, dado que se considera una condición de sufrimiento severo e incompatible con una vida digna. En ese momento, se pone en marcha el sistema: se emite la orden de compra del medicamento, que se utiliza mayoritariamente en el servicio público.

USO RESTRICTIVO

Zúñiga explicó que en el país existe una muy buena política pública en materia de uso de fentanilo, ya que "hace muchos años se determinó que el uso de opioides, como eran drogas que potencialmente podían producir alta adicción y se usaban de modo recreativo históricamente, había que regularlas bien; por lo que, en Chile están restringidos. Pero si nos vamos a otros países como, por ejemplo, en Estados Unidos, donde la restricción no es tan amplia, los pacientes o sujetos pueden acceder a este tipo de droga".

La experta advirtió que, en casos como el país del norte, el fentanilo comenzó a utilizarse con fines calmantes o recreativos, sin control médico, farmacológico ni de stock, lo que derivó en las actuales epidemias de consumo. Este uso desregulado, fuera del ámbito clínico, generó una crisis sanitaria de gran magnitud, marcada por el aumento de adicciones y sobredosis.

En el caso de Chile, la situación ha sido diferente. Si bien existe preocupación por la presencia de un mercado ilegal que comercializa opioides de manera clandestina, el uso del fentanilo en contextos médicos se mantiene bajo estrictas normas y supervisión. Este control ha permitido al país mantenerse, hasta ahora, alejado de los niveles de crisis que se observan en otros lugares del mundo.

Respecto a los efectos adversos que puede ocasionar el fenantilo en la salud de las personas en caso de utilizarse de manera inadecuada, Zúñiga hizo la diferencia entre dos potenciales escenarios.

El primero de ellos es el uso de fentanilo clínico; si bien podría existir el riesgo hipotético de robo o adquisición, se trata de un compuesto puro. Sus efectos adversos, en dosis altas, incluyen somnolencia, pérdida de conciencia y del habla, y en casos de sobredosis puede provocar falla respiratoria.

El segundo tipo es el fentanilo ilícito, producido y distribuido por organizaciones criminales; éste suele ser una sustancia "sucia", mezclada con otras drogas, lo que aumenta su peligrosidad. Esto, porque -en muchos casos- las personas no saben que están consumiendo fentanilo, pues se incorpora de manera oculta en las mezclas.

En este contexto, la especialista explicó que la combinación de fentanilo con otras drogas puede provocar efectos euforizantes, sedativos y analgésicos intensos, generando pérdida total de la percepción del dolor. Esto hace que los consumidores no adviertan lesiones o accidentes y su uso excesivo puede derivar en depresión respiratoria terminal o paro cardiorrespiratorio.

DROGA ZOMBI

Los efectos de mezclar fentanilo con otras drogas han hecho que a este estupefaciente se le conozca como la "droga zombi" por el aspecto del paciente o la persona que la ha consumido.

"El fentanilo, no solamente el fentanilo porque es una mezcla, pero el fentanilo produce empalecimiento, o sea, el paciente se ve más blanco, como produce una pérdida de la oxigenación, porque produce trastorno respiratorio. Además, la boca se pone azulosa, la punta de los dedos se pone como grisácea. El paciente pierde la noción o la lógica del espacio y, por lo tanto, deambula sin una dirección conocida", muy similar a las películas de zombis.

A todo ello, se suma el efecto de aleteo de brazos, como intentando mantener el equilibrio, y que el paciente arrastra los pies, gesticula ruidos guturales y no tiene conciencia de la situación; "entonces, son violentos, golpean, se tiran encima de los autos y de las personas, etc.".

REALIDAD EN LA REGIÓN

En Chile, la adicción a opioides aún no se considera un problema de gran magnitud.

Respecto al consumo de fentanilo en la región, "aun no se registran en Centros de Tratamiento. Ninguna de las más de mil 700 personas que se encuentran en tratamiento en la actualidad presenta consumo problemático ni experimental de fentanilo en el Biobío", relató Bayron Martínez, director regional del Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol -Senda-.

Asimismo, explicó que lo que se ha observado a nivel país ha sido el mal uso de este medicamento, pero, particularmente, dentro de hospitales; "llamémoslo, de alguna forma, tráfico interno o no autorizado, más que tráfico de este medicamento analgésico opioide", explicó Martínez.

La comuna de Los Ángeles cuenta con una variada oferta en materia de atención para quienes están aquejados por el consumo de drogas; "en el Hospital "Víctor Ríos Ruiz" de Los Ángeles tenemos programas ambulatorios intensivos para hombres y mujeres; contamos con el Centro de Tratamiento de Adolescentes y también ambulatorio, que tiene cobertura regional también", detalló el director regional de Senda.

Asimismo, recalcó que cuentan con un convenio con Gendarmería de Chile y Sename y Minsal, a través de Fundación Betsaida, que permite brindar atención a jóvenes infractores de ley.

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