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"Cada muerte por suicidio nos tiene que movilizar": expertos llaman a atender señales de alerta

por María José Villagran Barra

Chile mantiene una tasa estable de 10 muertes por suicidio por cada 100.000 habitantes. En la provincia de Biobío, la problemática reviste especial gravedad, dado que en 2024 fallecieron más de 60 personas por esta causa.

Durante el seminario, Belén Vargas recordó que la forma más directa de ofrecer apoyo a una persona con ideación suicida es preguntando directamente, en un ambiente de confianza y aceptación. / La Tribuna

En Chile, las cifras de suicidio se han mantenido estables en los últimos años. Según datos del Ministerio de Salud (Minsal), el país mantiene un promedio de 10 muertes por cada 100.000 habitantes. Si bien este indicador ha dejado de crecer en comparación con la década 2000-2010, el problema continúa siendo un foco de preocupación para la salud pública, que requiere atención constante y estrategias integrales de prevención.

Así lo planteó Belén Vargas, profesional del Departamento de Salud Mental y encargada del Programa Nacional de Prevención del Suicidio del Minsal, en una actividad organizada por la Mesa Provincial de Prevención del Suicidio de Biobío.

CIFRAS ESTABLES, PERO PREOCUPANTES

El panorama actual dista mucho de lo que ocurría en la década de 2000, cuando las tasas mostraban un alza que encendió las alertas en las autoridades.

"Entre 2000 y 2010 tuvimos cifras que, de verdad, nos estaban preocupando. Como Estado rápidamente nos activamos, se instaló el Programa Nacional de Prevención del Suicidio y es así como, a partir del año 2010 en adelante, empezamos un descenso en los números para, finalmente, estabilizarse. Ya hace varios años estamos en alrededor de 10 muertes por cada 100.000 habitantes".

  Profesional del Departamento de Salud Mental y encargada del Programa Nacional de Prevención del Suicidio del Minsal, Belén Vargas. 

La especialista señaló que durante los años de pandemia ocurrió un fenómeno particular: los índices cayeron de dos a tres puntos, con lo que se llegó a registrar entre 6 y 7 muertes por suicidio por cada 100 mil habitantes.

Para Vargas, el haber estado acompañados durante el confinamiento pudo haber sido un factor protector, que hizo que las cifras descendieran.

Desde el término de las restricciones, los números retornaron a los niveles prepandemia. "Ahora, si bien están estables, es importante derribar el mito de que en Chile las tasas van al alza. Sin embargo, eso no quiere decir que el tema no nos preocupe. Cada muerte por suicidio nos impacta y nos tiene que movilizar, más allá de la tendencia que tengamos ahora", sostuvo.

FACTORES DE RIESGO Y PREVENCIÓN DEL SUICIDIO

El suicidio nunca responde a una sola causa. Según la especialista, se trata de un fenómeno multicausal en el que influyen tanto la historia de vida como las circunstancias presentes de la persona.

Factores como el estrés, la pérdida del empleo, dificultades económicas graves o la vivencia de situaciones de acoso —ya sea escolar o laboral—, se combinan y aumentan la vulnerabilidad. También preocupan las experiencias de victimización recurrentes en grupos históricamente discriminados, como personas indígenas o de la diversidad sexual.

Un intento de suicidio previo eleva significativamente las probabilidades de un desenlace fatal si no existe acompañamiento. Un problema de salud mental también constituye un factor de riesgo.

LA IMPORTANCIA DE ESTAR ATENTO

La experta agregó que existen indicios a los que hay que estar atentos. Las señales directas son aquellas en las que la conducta de una persona muestra que podría estar pensando en el suicidio como alternativa.

"Esto es, por ejemplo, cuando la persona habla, escribe o comenta sobre deseos de no seguir viviendo o la sensación de que la vida está siendo muy difícil, por un dolor muy profundo o una desesperanza de sentir que la vida no tiene sentido", detalló.

Ante este tipo de señales, la experta sostuvo que se debe actuar de forma inmediata.

Vargas agregó que existen señales que no son tan directas pero que sí hablan de que la persona podría estar en alguna situación de malestar profundo o de angustia. Estas hacen alusión a cambios importantes en el ánimo o también en las conductas, cuando, por ejemplo, aumenta el consumo de alcohol u otras drogas, o comienza un período de descuido de sí mismo, de pérdida de energía o de dejar de participar en actividades sociales.

"¿Cómo brindamos apoyo? La forma más directa es la más adecuada. Hay un mito muy extendido: que si preguntamos sobre suicidio podemos dar la idea de hacerlo, y la verdad es que si vemos estas señales de alerta, obviamente en un entorno de confianza, de mucha aceptación y de no juzgar a la persona, tenemos que atrevernos a preguntar", detalla la especialista.

EL SEMINARIO

La visita de Vargas se enmarcó en un seminario convocado por la Mesa Provincial de Prevención del Suicidio, que reúne a organizaciones del intersector, de la sociedad civil y de universidades.

"Como Ministerio de Salud una línea de acción es el fono *4141, que está dado para todas las personas con ideación suicida y que necesitan, en el fondo, conversar, hablar con profesionales de distintas áreas, tanto psicología como psiquiatras, para poder ver y revertir este tema".

 Delegada provincial de la Seremi de Salud, Mirna Gutiérrez.

Gutiérrez relató que una de las iniciativas que lideran en materia de prevención del suicidio hace alusión a la formación de gatekeepers, que son monitores en prevención y son personas no netamente técnicas, pero que —en el fondo— desean ayudar y cooperar con todos quienes lo puedan necesitar.

El director del Servicio de Salud del Biobío, Walter Alvial, manifestó sentirse contento por la convocatoria al seminario, ya que ello "permite desarrollar un trabajo que nosotros ya venimos desplegando hace un tiempo pero que está limitado a la atención en salud".

Alvial detalló que solo el año pasado se registraron más de 60 muertes por suicidio en la provincia de Biobío. Al respecto, agregó que "tenemos un programa de vigilancia en el que todos nuestros servicios de urgencia reportan cuando existe un intento suicida. Estos casos son monitoreados y se les brinda una atención de salud mental en su establecimiento".

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