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Uno de los anuncios más relevantes de su intervención fue la renuncia a su militancia en el Partido Republicano, colectividad que ayudó a fundar.
Kast reconoció que se trata de una decisión compleja en lo personal, pero necesaria para asumir el liderazgo del país. "Para mí no es fácil renunciar al Partido Republicano, del cual soy uno de sus fundadores, pero entiendo que lo que se necesita hacia adelante es un Presidente de todos los chilenos", afirmó.
El Presidente electo sostuvo que esta decisión busca dar una señal clara de unidad y de compromiso con un proyecto país que trascienda a los partidos políticos.
"Todos tenemos que hacer renuncias y dar muestras contundentes de que estamos por Chile", señaló, advirtiendo además que existirán sectores que intentarán frenar los cambios anunciados.
"Esta victoria no es la meta, es solo el punto de partida", sostuvo Kast ante sus adherentes.
En esa línea, adelantó que los cambios comenzarán de inmediato, aunque advirtió que sus resultados no serán instantáneos. "Esto no es magia, requiere perseverancia, constancia y fortaleza", enfatizó.
El mandatario electo aseguró que su compromiso con el país estará basado en "trabajo, carácter, orden, decisión y convicción", pilares que —a su juicio— permitirán iniciar un proceso de transformación que deberá sostenerse en el tiempo.
Finalmente, Kast hizo un llamado a la unidad nacional y a la responsabilidad colectiva para enfrentar el proceso que se inicia, recalcando que el éxito de su futuro gobierno dependerá no solo de las decisiones del Ejecutivo, sino también del compromiso de todos los actores políticos y sociales del país.
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