El gobernador regional del Biobío, Sergio Giacaman, presentó formalmente ante el Ministerio de Obras Públicas (MOP) una propuesta para establecer un sistema de cobro parcial en el tag del Puente Industrial.
Esta iniciativa busca equilibrar la necesidad de financiar la infraestructura con la realidad actual de la obra, que aún no está completamente terminada, y evitar un impacto negativo en la fluidez del tránsito regional.
Giacaman enfatizó la importancia de que los usuarios contribuyan al mantenimiento y operación del viaducto, pero fue categórico al señalar que "no es el momento de iniciar un cobro al cien por ciento porque la obra no está terminada".
El gobernador explicó que el Puente Industrial fue concebido primordialmente para el transporte de carga pesada, con el objetivo de descongestionar otras vías y optimizar la logística regional. Sin embargo, desde su apertura, su uso ha sido predominantemente por vehículos livianos, lo que genera la necesidad de implementar estrategias que redirijan el tráfico de carga hacia su propósito original y maximicen la utilidad de esta importante infraestructura.
Impacto Positivo y Desafíos Futuros
Desde su inauguración, el Puente Industrial ha demostrado ser un activo valioso para la conectividad y la fluidez del tránsito en la región del Biobío. Un monitoreo exhaustivo realizado por la Unidad Operativa de Control del Tránsito (UOCT) documentó incrementos significativos en la velocidad promedio en la Ruta 160.
Durante las horas de mayor flujo, esta importante arteria ha experimentado mejoras de entre 25 y 30 kilómetros por hora, lo que representa un alivio considerable para miles de conductores que transitan diariamente por la zona.
La importancia del puente se refleja también en la notable reasignación del tráfico. Actualmente, un 22 por ciento del total de vehículos que transitan por la zona optan por esta nueva vía, lo que alivia la presión sobre otras rutas y contribuye a una mejor distribución vehicular.
Al analizar el perfil de los usuarios, se observa que un 20 por ciento de los camiones livianos y un contundente 53 por ciento de los camiones con más de dos ejes ya han integrado el Puente Industrial en sus rutas habituales. Estos datos evidencian la eficacia del viaducto para el transporte de carga, aunque aún no en la medida esperada para los vehículos livianos, cuya migración masiva se teme con el cobro total.
Preocupación por el Cobro Total y Futuras Obras
A pesar de estos balances positivos y la evidente contribución del puente a la movilidad, existe una inquietud palpable respecto a los escenarios futuros. El gobernador Giacaman expresó su preocupación de que el inicio del cobro completo pueda revertir la tendencia actual, llevando a los vehículos livianos de vuelta a las rutas previas, lo que anularía parte de los beneficios obtenidos en términos de descongestión y velocidad. Además, una de las mayores alertas se centra en el impacto de las próximas obras.
"Vemos con mucha preocupación lo que va a ocurrir cuando se inicien las obras de conexión del puente Industrial con la ruta 160. Vamos a tener un colapso", advirtió Giacaman, anticipando posibles congestiones severas que podrían afectar gravemente el flujo vehicular en la zona y generar mayores inconvenientes para los usuarios.
Esta situación subraya la necesidad de una planificación cuidadosa y soluciones consensuadas antes de implementar el cobro total.
Ante este complejo panorama, el gobernador ha tomado la iniciativa de buscar soluciones proactivas. Informó que ha solicitado una reunión con la empresa concesionaria del Puente Industrial. El objetivo de este encuentro es dialogar y buscar una solución conjunta que permita mitigar los impactos negativos y asegurar una transición ordenada hacia el cobro de la tarifa, garantizando la funcionalidad completa de la obra.
La propuesta del Gobierno Regional detalla un esquema de cobro escalonado, diseñado para adaptarse al progreso de las obras y minimizar el impacto en los usuarios. Se plantea iniciar con un tercio de la tarifa en diciembre de 2025, para luego avanzar a dos tercios en septiembre de 2026.
La tarifa completa se aplicaría únicamente cuando la totalidad de las obras de infraestructura del puente y sus conexiones estén completamente finalizadas, asegurando así que los usuarios paguen por una obra terminada y funcional en su totalidad. Este enfoque busca garantizar la equidad y la plena operatividad de la infraestructura antes de exigir el pago completo, promoviendo una solución justa y sostenible para la región.