La falta de medidas preventivas efectivas y la dependencia de la "buena voluntad" de Carabineros para la seguridad hospitalaria fueron los principales cuestionamientos que realizaron ayer las dirigencias gremiales de la salud de Los Ángeles. Funcionarios exigieron políticas más robustas tras el femicidio ocurrido en el Hospital Dr. Víctor Ríos Ruiz, mientras autoridades regionales anunciaron la evaluación de detectores de metales y otros refuerzos tecnológicos.
Jessica Acuña Bizama, presidenta de la Asociación de Enfermeros (Ansef), fue categórica al señalar que "las políticas y la ley relacionada con la seguridad dentro de los establecimientos de la salud son bastante débiles. En eso sí voy a discrepar con la Delegación Presidencial Provincial: el trabajo es demasiado lento".
FUNCIONARIOS EN SHOCK
Cristian Aravena, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores de la Salud (Fenats) regionalizada, describió el suceso como "dramático e inesperado", señalando que en sus 13 años de trayectoria "jamás había ocurrido un hecho como este" en el complejo asistencial.
Agregó que los funcionarios "lo están pasando mal, pero el apoyo tanto del complejo como del Servicio de Salud está llegando a todos nuestros colegas", relató Aravena, quien agradeció la contención psicológica que se está brindando al personal tras el impacto del crimen.
El dirigente enfatizó la necesidad urgente de reforzar los planes y mesas de seguridad para evitar que "un hecho tan grave se repita". También reveló que los funcionarios inicialmente pensaron que los disparos correspondían a "un equipo de oxígeno reventado".
"NO PUEDE SER QUE UN ARMA INGRESE"
El subsecretario de Redes Asistenciales, Bernardo Martorell, viajó hasta la zona para entregar su apoyo a los directivos y funcionarios del complejo asistencial. Al término, reconoció que el crimen obliga a acelerar el trabajo que la cartera desarrolla con los ministerios del Interior y Seguridad Pública para reforzar las condiciones de protección en los establecimientos sanitarios.
"En salud, el trabajo se tiene que hacer en un lugar seguro y que genere confianza. Los hechos sucedidos hoy en Los Ángeles nos conmocionan y se salen de todos los parámetros esperables para lo que es el día a día del trabajo en salud", declaró Martorell.
Martorell felicitó al personal por mantener la calma y la continuidad asistencial durante la crisis, reafirmando que "nuestra responsabilidad es resguardar las condiciones para que todos los trabajadores de la salud puedan desempeñarse en un lugar seguro".
AUTORIDADES ANUNCIAN MEDIDAS
El delegado presidencial regional, Eduardo Pacheco, confirmó que se revisarán todos los protocolos de seguridad del recinto y se evaluará la implementación de nuevas medidas tecnológicas, como detectores de metales.
"Consideramos que este es un hecho muy grave. Por eso se activarán todos los protocolos necesarios, tanto en el centro asistencial como en el Servicio de Salud", señaló Pacheco durante el punto de prensa realizado en las dependencias hospitalarias.
La seremi de la Mujer y la Equidad de Género, Camila Contreras, informó que profesionales del SernamEG ya se trasladaron hasta el hospital para tomar contacto con los familiares de la víctima y ofrecer atención psicosocial temprana.
Paulina Estuardo, seremi de Seguridad Pública del Biobío, confirmó que los protocolos de femicidio están activados y que el Centro de Apoyo a Víctimas se pondrá al servicio de la comunidad hospitalaria.
EVALUACIÓN INTEGRAL
El director del complejo asistencial, Alejandro Manríquez Vallejos, informó que el hospital está evaluando todas las medidas de seguridad en conjunto con la Delegación Presidencial, el Servicio de Salud y las policías, considerando que diariamente circulan cerca de 2.500 personas por las dependencias.
Respecto de este punto, el delegado presidencial regional enfatizó la importancia de la contención para los funcionarios afectados durante los próximos días y reiteró que "todas las medidas tecnológicas necesarias" serán evaluadas para enfrentar situaciones similares.
EL PERFIL DEL IMPUTADO: MILITAR RETIRADO Y COMERCIANTE
W.H.I.M., de 79 años, era una figura conocida en Los Ángeles, donde residía desde hace más de 35 años. Según una entrevista efectuada en enero de 2015, el hombre era oriundo de Hualqui y había egresado como subteniente de la Escuela Militar en 1966, siendo destinado justamente a Los Ángeles.
Tras seis años de servicio en la ciudad, se casó y continuó su carrera militar en diversos regimientos del país, incluidos Buin, Concepción, Iquique y Carampangue, hasta retirarse en 1976. Posteriormente regresó a Los Ángeles, donde se dedicó al comercio.
Durante décadas fue propietario de una conocida tienda de regalos ubicada en calle Almagro, que se caracterizaba por sus llamativas vitrinas. En su entrevista de 2015, W.H.I.M. relató que llevaba más de 40 años casado con quien describió como "mi brazo derecho y mi apoyo en la parte comercial".
El hombre se definía como alguien "de personalidad fuerte, rasgo que adquirí en el Ejército", pero siempre participativo en organizaciones sociales. Era socio de la Cámara de Comercio de Los Ángeles, del Centro Español y del Club de Esquí, además de practicar deportes al aire libre como ciclismo y pesca.
"Este trabajo me lo dio mi Dios, y me ha dado todas las satisfacciones que tengo", declaraba entonces sobre su actividad comercial.